El Ayuntamiento y la asociación 'María Zambrano' renovarán esta iniciativa dirigida a insertar a las víctimas de la violencia machista
Una de cada diez mujeres acogidas al proyecto Fénix ha logrado un puesto de trabajo, mientras que casi la mitad de las beneficiarias se encuentran realizando distintas acciones formativas o en búsqueda de empleo.
Los buenos resultados de esta iniciativa, puesta en marcha el pasado año y por la que han pasado un total de 43 mujeres víctimas de la violencia machista, ha originado que el Ayuntamiento haya decidido renovar el convenio de colaboración con la asociación María Zambrano, encargada de la selección de mujeres interesadas en incorporarse al mercado de trabajo.
El personal responsable del proyecto Fénix -procedente de la Sección de Empleo y Formación del consistorio- se está encargando de elaborar itinerarios personalizados de acompañamiento a mujeres afectadas por la violencia de género, a quienes facilitan recursos y competencias, las ayudasn en la búsqueda autónoma de empleo, les ofrecen información y las motivan para que consigan su inserción en el ámbito laboral.
En definitiva, el objetivo general del proyecto Fénix no es otro que facilitar el acceso al mercado laboral de las mujeres participantes, mediante la orientación, información y asesoramiento con el fin de conseguir que sean autónomas para gestionar su propio proceso de inserción sociolaboral.
Entre enero del 2008 y hasta la fecha, por el proyecto Fénix han pasado un total de 43 mujeres con edades comprendidas entre los 20 y 61 años, de las cuales 16 han sido inmigrantes, once de ellas con permiso de trabajo.
Autonomía
Del total de beneficiarias, 19 causaron baja del programa al verse obligadas a cambiar de lugar de residencia, por enfermedad o porque ya gestionan de manera autónoma su proceso de inserción, circunstancia que ya ocurre en 13 mujeres usuarias.
En la actualidad y según el citado balance, el proyecto Fénix trabaja con 24 víctimas de la violencia machista, cinco de las cuales ya están trabajando en diferentes empresas privadas, aunque mantienen activa su demanda para mejorar el empleo. Además, doce de ellas están realizando distintas acciones formativas cobran beca (nueve de ellas con cargo al proyecto); otras seis están en búsqueda de empleo y una pendiente de iniciar su itinerario.
Importante es reseñar, tal y como destaca la memoria anual, que todas estas mujeres hacen frente a la economía de la unidad familiar, por lo que se ven obligadas a recurrir a la economía sumergida para poder hacer frente a los gastos básicos, pese a lo cual están realizando un «gran esfuerzo» para combinar estas obligaciones con otro tipo de acciones que les permitan acceder a un empleo en mejores condiciones.
ANA MARTÍNEZ
www.laverdad.es
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