• Mujer policía dice que las toca, las “repella” y las invita al sexo
• Funcionario ya había sido sancionado por un caso similar
• Siete testigos se ofrecen a declarar en contra del jefe
Tremendo culebrón se armó en el seno de la Policía Municipal del cantón central de San José, debido a que una de las oficiales de ese cuerpo policial acusó al jefe por acoso sexual.
Se trata de el abogado Manuel Garro Chacón, quien ya había sido denunciado por el mismo delito por otra funcionaria de apellido Jiménez y fue castigado con 15 días de suspensión sin goce de salario. La mujer fue despedida, meses después.
Ahora, la oficial Dilana Guerrero Cascante presentó otra denuncia en contra de Garro -de la cual tiene copia este medio y el Instituto Nacional de la Mujer- en la que precisa ser víctima de toqueteos inmorales, “repellos”, insinuaciones e invitaciones al sexo por parte del hombre, desde hace cinco años.
Siete funcionarios se ofrecieron como testigos del caso.
Pero más allá de la situación que denuncia Guerrero, tres mujeres de la Policía Municipal que conversaron con DIARIO EXTRA aseguran que Garro acosa a todas las mujeres de ese cuerpo policial.
“Él te dice, qué rico hacer esto, qué rico lo otro y cuando te ve nunca lo hace a la cara sino a la vagina, a los pechos o al trasero, ceñido y hablando todas las burradas que usted se pueda imaginar. Un día yo venía y donde él se me acerca me las tocó (pechos) con la mano de frente, ese día pegué semejante brinco y se la ‘asolié’. Son conductas que se presentan en la Policía Municipal y son constantes, con todas las policías, no solo conmigo. Unas ceden, otras no cedemos y a esas nos va mal” explicó la denunciante.
Otra de sus compañeras, Idania Zamora Barrantes, confirmó que el comportamiento del jefe policial es inaceptable y lo más grave es que es pastor de una iglesia.
“El señor es pastor de una iglesia cristiana y vea qué curioso, él en las reuniones de trabajo siempre ha declarado que su debilidad son las mujeres y eso es a lo que él lo lleva a perder la cordura. Delante de los compañeros ha dicho, mi pecado: las mujeres, mi debilidad: las mujeres, para nadie es un secreto; él con su misma boca lo ha dicho” dijo Zamora.
La denunciante encuentra inaceptable la doble moral con la que actúa Garro.
“Cuando él habla en el púlpito, habla de la moral, de las buenas costumbres y dice que no se debe desear la mujer de tu prójimo y él no mira la mujer de su prójimo, él toca a la mujer de su prójimo y desea acostarse con la mujer de su prójimo” agregó Dilana.
“ME ACOSÓ 5 AÑOS Y AHORA EXPLOTÉ”
“Me decía que necesitaba estar conmigo para una situación laboral, entre 10 y 11 de la noche, pero después me dijo que no era para hablar nada de trabajo sino que lo quería era salir conmigo. Yo le expliqué que qué excusa le iba a dar a mi marido para salir a esa hora. En ese momento yo tenía una relación de cinco años” así comenzó narrando Dilana, los años que, según ella, fue vista por su jefe como un objeto sexual.
La mujer contó que los dos primeros años de trabajo los pasó tranquila gracias a que un compañero la defendía.
“Los toqueteos se vienen dando desde hace cinco años. Los dos primeros años que yo trabajé ahí, no, porque un amigo de él que era amigo mío, le dijo: ‘Ella no se toca, se respeta y espero que lo cumpla’, porque ya sabía lo que él les hace a las mujeres. Pero cuando mi compañero se fue de la Municipalidad, el jefe se volvió y me dijo: ‘Ya el que te apadrina no está, ahora salada’” contó.
Con el defensor de la mujer fuera de la policía, ella dice que comenzó el suplicio.
“Tiempo después comenzaron las indirectas y los toqueteos, las palabras con doble sentido. Cuando yo estaba en la oficialía de guardia, en el mostrador y él llegaba por detrás, me pasaba los genitales, arrimándolos, como llaman ‘repellándola’ a uno. Y cuando pasaba de frente levantaba las manos para tocarme” enfatizó.
Guerrero asegura que guardó silencio todo este tiempo por temor a quedarse sin trabajo, pues el hombre la amenazaba. Como no consiguió acostarse con ella, la mujer dice que inició una campaña en su contra de acoso laboral, la cual la motivó a denunciar.
“Todo el acoso laboral era porque yo no accedí a acostarme con él.
Todas las mujeres que han estado ahí han sufrido de acoso, lo que pasa es que ninguna, por miedo a quedarse sin trabajo, ha levantado la mano para denunciarlo por sus amenazas”.
La mujer policía dice que accedió a denunciarlo para no volverse loca, pues el estrés la estaba matando, poco a poco.
REPRESALIAS A TESTIGOS
Según la versión de Idania Zamora Barrantes, una de las siete personas que están dispuestas a testificar en contra de Garro, ella sufrió represalias por parte del jefe.
“Tengo un dictamen médico que dice que presento una lesión a nivel de columna vertebral, estoy esperando una cirugía y, poco después que él supo que era testigo de Dilana, me trasladó a hacer recorridos a la calle. No puedo caminar todo el día ni subir gradas. Me tengo que incapacitar porque donde él me reubicó va contra mi salud pero tampoco puedo faltar porque me acusaba de insubordinación” dijo Zamora.
Una dirigente sindical de la municipalidad enumeró las represalias sufridas por más testigos.
“A todos los testigos nos ha trasladado, yo soy supervisora de policía y me mandó a supervisión vial, estoy aprendiendo qué es lo que se hace ahí porque yo no sé. A otro supervisor lo mandó 71 días de vacaciones porque se dio cuenta de que va a ser testigo de ella. Le dijo que lo reubicaba si él no le servía testigo a la compañera y si la convencía de que quitara la denuncia, él se negó. A otra compañera, que es testigo también, la mandó a vacaciones y eso lo hace para que se quiten. Yo sabía que esto va a propiciar incluso que pida nuestro despido, pero ya no aguantamos mas” dijo la sindicalista, que prefirió no identificarse.
Idania Zamora también dice ser víctima de acoso laboral por parte de Garro, debido a que un sobrino de él la embarazó.
“Todo iba perfecto hasta que quedé embarazada. Ahí empezó la guerra, porque todas las mujeres que nos embarazamos en la policía tenemos problema con él. Comenzó mandándome a la calle, a que hiciera uso de mi plaza. Desde ahí el hombre cambió. Pasó el tiempo, yo hacía recorrido, pero cuando mi chiquito tenía un año empecé a andar con un sobrino de él y nació mi hija. Eso fue peor, me mandaba a cuidar el parque Okayama, en San Francisco de Dos Ríos, sola, sin radio y de noche” explicó.
Idania dice que se ofreció como testigo del acoso sexual por solidaridad con su compañera y por los maltratos recibidos por Garro y su familia.
“Cuando salió el burumbún de la denuncia de Dilana, yo no era parte, pero en eso me llamó un familiar de Garro desde la oficina de él, con un teléfono con altavoz a pegarme 150 mil gritos, me trató como nunca nadie me trató en la vida: de perra, de puta, de sucia, de traidora y un montón de cosas más y me acusó de que yo había denunciado al hijo, pues como yo me llamo Idania y ella se llama Dilana, pensó que había sido yo. Yo le pedí a la compañera que me involucrara en la denuncia porque es demasiado lo que él ha hecho en la policía con todas las mujeres que trabajan aquí” contó.
La intención de la llamada que recibió Idania era desenmascarar a la denunciante, según ella.
“Me exigía que yo le dijera quién había sido el que acusó a Garro, yo le dije que no había sido yo, y que averiguara él, que qué era el miedo. Que por qué me señala a mí, porque yo no me quise acostar con él. Entonces me amenazó con dejarme en la calle con mis hijos, me dijo que pusiera el culo a trabajar para darle de comer a mis mierdosos” concluyó.
NO ES CULPA DE LA MUNI
La dirigente sindical que conversó con DIARIO EXTRA y será testigo de la denuncia de acoso quiso dejar claro que la Municipalidad de San José no es responsable de esta incómoda situación.
“Que quede claro que la Municipalidad no tiene la culpa, porque la alcaldesa ha hecho los esfuerzos necesarios para que haya equidad en la policía, y yo sé que la política de ella es promover la igualdad de derechos, pero los departamentos son islas, lo que ocurre en las departamentos se escapa de la administración y nosotros hemos sido las culpables por quedarnos calladas y las dos o tres que hemos hablado nos hemos quedado sin trabajo, nos han trasladado o hemos ido a dar a los tribunales” finalizó.
Durante toda la tarde, este medio intentó comunicarse con el denunciado pero no hubo forma de contactarlo a su teléfono celular,
le dejamos mensajes pero no devolvió la llamada.
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