Una nueva forma de violencia de género afecta principalmente a mujeres emigrantes, y está siendo denunciada por organizaciones humanitarias españolas. Se trata de la violencia económica sobre el patrimonio de las personas.
Una grave situación que involucra a los cónyuges de mujeres trabajadoras emigrantes, cuyos envíos en forma de remesas y destinados al patrimonio familiar, son usufructuados sin su consentimiento, lo que las condena a retardar su retorno o a comenzar desde cero una vez regresan al país con fines de retiro.
Este tipo de violencia fue denunciado por dos delegadas de la Comisión de Investigación de los Malos Tratos a las Mujeres en España, que apoya en el país la creación de un sistema de atención a víctimas de violencia de género.
Aunque este tipo de delito ha tardado en ser tipificado en España, los datos revelan que afecta en un alto porcentaje a las mujeres emigrantes de República Dominicana, según informaron María José Carretero y Lucía Herranz en el Programa Líderes, de Orlando Jorge Mera.
La expertas definieron como heroico el hecho de que esas mujeres se marchen a una nueva sociedad en busca de un futuro mejor para sus familias, y de proveer a sus hijos las necesidades básicas y pagarles una educación, enfrentando situaciones muy difíciles y viviendo en soledad.
Sin embargo, el sacrificio de muchas de ellas no es compensado por sus parejas, “que aquí no están velando adecuadamente por los hijos y por las familias, sino que están gastando el dinero que ellas envían o llevando a la quiebra las pequeñas empresas levantadas entre los dos con remesas enviadas por las trabajadoras desde el extranjero.”
Cuando la mujer emigrante quiere volver al país porque ha ganado lo suficiente para el retorno, descubre que su pareja la ha dejado sin patrimonio y tendrá que volver a empezar de cero, explicaron. Esta nueva práctica está siendo denunciada en España y en los países de origen de las mujeres a fin de que sea reconocida y tipificada como un delito de género.
El problema de la violencia de género es visto la mayoría de las veces por los medios de comunicación cuando llega al punto extremo del asesinato, pero el tratamiento integral del problema incluye muchas otras formas de violencia como la sicológica y la moral, a la que se suma esta nueva forma de agresión.
En ese sentido, la institución española durante los últimos diez años colabora para la definición y establecimiento en el país de un modelo de prevención y atención a la violencia de género, basado en la experiencia de la ley de atención integral que rige en España y que fuera auspiciada por la Comisión de Investigación de los Malos Tratos a las Mujeres.
A través del Voluntariado de Madres Dominicanas en España, que dirige la dominicana Bernarda Jiménez, esta Comisión realiza labor de apoyo al Patronato de Ayuda a las Casas que acogen a las Mujeres Maltratadas (PACAM). Durante su última visita al país, María José Carretero y Lucía Herranz impartieron un seminario en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y trabajaron el tema con la FLACSO, UNICEF, y la Procuraduría General de la República, entre otras instituciones.
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