Para la alcaldesa de La Candelaria, Rocío Navarro, la problemática de su localidad en el tema relacionado con la violencia contra la mujer es una de las prioridades de su administración.
A través de actividades culturales ha motivado a las mujeres a que hablen de las agresiones físicas que sufren de sus compañeros. Las reuniones son en el Chorro de Quevedo.
A la funcionaria, Rocío Navarro Prada, la historia de Pastora le llegó al corazón.
Pastora, representante de los grupos indígenas en el consejo local de cultura de La Candelaria, habló de las distintas violencias a las que están sometidas las mujeres de las étnias colombianas.
Esas violencias están relacionadas con el abandono de sus territorios, a la que han sido obligadas por los grupos al margen de la ley; la pérdida de su identidad y la lucha constante por preservar su cultura. Una violencia que está relacionada con el hecho de que en la gran ciudad ellas, como mujeres, pierden parte de valor en la madre tierra.
Pastora contó esa historia en una reunión que hizo Navarro para analizar el tema de la violencia contra la mujer en su localidad, una actividad lúdica en la que a través de la danza, la música y la palabra se puso en evidencia el dolor existente en muchas de las asistentes.
Fue hace algunos días en el Chorro de Quevedo. El encuentro se hizo después de analizar , con la Comisaría de Familia de la localidad, el tema de la violencia doméstica. Allí en el 2006 se atendieron 370 casos de violencia intrafamiliar y 139 de maltrato y abuso sexual infantil.
Rocío Navarro decidió mandar buses a que recogieran a mujeres de barrios periféricos como Belén, Santa Bárbara y Egipto. Les organizó un encuentro cultural, las oyó y les pidió que hablaran del tema con las otras mujeres de su cuadra y de su barrio. Y que, para que no hubiera impunidad, demandaran.
"En Santa Bárbara, Belén y Egipto el problema se percibe como muy grave. Los conflictos socioeconómicos de las familias se resumen en agresiones físicas y sicológicas. Actualmente estamos elaborando un diagnóstico por barrios con la Comisaría de Familia, que nos muestre realmente cuál es el panorama", dice Navarro.
La Alcaldesa afirma que estos tres barrios, especialmente, están muy poco vinculados con el devenir de la localidad. Incluso el transporte es muy malo e impide que esa relación sea mejor."Por eso es importante volcarse hacia estas mujeres, que ellas vengan al epicentro histórico de la ciudad y nos evidencien sus realidades", sigue Navarro.
En el encuentro terminaron hablando del tema de la agresión, ejecutivas, vendedoras informales, artistas y trabajadoras sexuales, sin distingos.
Esto llevó a la alcaldesa Navarro a otro compromiso para el 2009, relacionado con el Plan de Desarrollo: brindarles oportunidades a las mujeres agredidas para que se capaciten en distintas áreas y logren su independencia económica; generar acciones en los barrios para que las mujeres se agrupen y se defiendan y establecer zonas seguras en la localidad identificando los lugares donde más peligros tengan ellas.
En la Comisaría de Familia de la localidad fueron denunciados en el 2006 370 casos de violencia intrafamiliar y 139 de maltrato y abuso sexual infantil.
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