En 2008 se incumplió un 40 % de las sentencias, el doble que la media de España
Una buena parte de los condenados por violencia machista en la Comunidad de Madrid no se sienten alcanzados por la justicia.
La región dobla el porcentaje de quebrantamientos de condenas impuestas por estos delitos respecto a la media nacional, según revela un informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, dependiente del CGPJ, constató en 2008 que mientras los jueces y magistrados imponían 1.583 condenas, se quebraban otras 645 (que podían datar de años anteriores). Esto significa que el 40,7 % de las sentencias se incumplió. En el conjunto de España, ese porcentaje se queda en el 22 %.
Los funcionarios, psicólogas y juristas consultados por ADN subrayan la estrecha relación entre el quebrantamiento y las nuevas agresiones. Sólo en un día de la semana pasada, este diario pudo constatar que de tres intervenciones de urgencia en uno de los Juzgados de Violencia contra las Mujeres situados en la calle de Manuel Tovar; en todos, las mujeres habían sido agredidas tras el quebrantamiento de una sentencia por parte de su pareja o ex pareja.
Los condenados pueden saltarse o bien una orden de alejamiento o eludir el pago de la renta de manutención de los hijos en común. La tendencia, además, es al alza. Los quebrantamientos de Madrid fueron el 15 % de todos los que se registraron en España (4.129). En 2007 el peso de la región había sido del 10 %.
"No hay casualidades"
La presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Altamira Gonzalo, analizó para ADN la situación especial que vive Madrid. "Las cosas no pasan por casualidad", explicó. Y subrayó que este tipo de delitos "son un campo abonado para los quebrantamientos, ya que la idea de agredir una posesión no desaparece con la sentencia".
Gonzalo apunta que para atajar esta tendencia, la administración debería "ampliar la acción de la Unidad de Valoración Integral en los Juzgados de Violencia".
Esto supondría que tanto médicos, como psicólogas y trabajadoras sociales pudieran, según su criterio, orientar a los magistrados "en, por ejemplo, las medidas cautelares de cada caso".
MADRID NO VE LA ATENCIÓN PSICOSOCIAL TAN NECESARIA
La Consejería de Justicia aún no ha incorporado los equipos psicosociales de los Juzgados de Violencia contra las Mujeres a los turnos de guardia que comenzaron el 1 de enero.
Los representantes de la administración consideran que su labor "no es tan imprescindible ni reciben tanta presión", según expresaron en una reunión con los sindicatos el pasado 30 de abril, y cuyo contenido trasladaron a ADN varios asistentes.
Además, se esgrimió que estos equipos (previstos en la Ley Integral de Medidas contra la Violencia de Género, solicitados por el CGPJ y los propios magistrados) no fueron reclamados en los cuatro meses que se llevan haciendo guardias por lo que, dicen, "su trabajo es esporádico". No precisaron que ninguna psicóloga o trabajadora social estuvo disponible al no haberse dado orden de que lo estuvieran, ni comunicación oficial alguna a los magistrados de que podían disponer de sus servicios.
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