La violencia familiar y de género no distingue color, edad o nivel socioeconómico y afecta por igual a la población de las zonas urbanas como a la de origen indígena que habita en ellas.
Por tal razón, el Instituto Estatal de las Mujeres de Nuevo León, en coordinación con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CNDI), lleva adelante el programa Módulos de atención a la violencia familiar y de género en las comunidades migrantes indígenas del Estado de Nuevo León, cuyo objetivo es detectar, prevenir y atender la violencia familiar y de género entre la población femenina migrante indígena del Estado de Nuevo León.
Las actividades que se están realizando dentro del programa 2008, son: asesoría, orientación y atención médica, legal, psicológica y social a mujeres víctimas de violencia familiar y de género en módulos de atención ubicados en la Alameda Mariano Escobedo, los sábados y domingos en horario de 12:00 a 20:00 hrs.
El servicio es gratuito y confidencial.
Por otra parte, se están realizando actividades preventivas en las escuelas con población indígena, a través de talleres con las niñas y niños, madres y padres de familia en el tema de violencia, su conceptualización, y medidas preventivas y derechos humanos.
El programa inició sus actividades el 6 de octubre del 2008 y brindará sus servicios hasta el 31 de diciembre del año en curso. Para mayores informes, las personas interesadas pueden llamar a los Tels. 2020 9773 al 76, del Instituto Estatal de las Mujeres.
Aumenta la población indígena La migración de poblaciones indígenas provenientes de otras entidades de la República a Nuevo León se ha incrementado en los últimos años.
Según datos que proporciona el Instituto Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI, 2005) la población indígena en el estado se duplicó, pasando de 15 mil 446 en el año 2000 a 29 mil 538 en 2004. El 92 por ciento de estas personas habita en el área metropolitana de Monterrey.
Nuevo León destaca como la entidad federativa que tiene la mayor tasa de crecimiento promedio anual de población indígena en el país, con un 12.4 por ciento. El problema de la migración de grupos indígenas es complejo.
Estos grupos parecen ser invisibles para las instituciones públicas y privadas, los grupos académicos que estudian los movimientos poblacionales y la sociedad regiomontana en general.
Además, la estigmatización y la discriminación completan la violencia estructural de la que son víctimas, por lo que se convierten en grupos sociales vulnerables. (Sheridan y Durin, 2006).
Esta invisibilización y las actitudes discriminatorias constituyen uno de los problemas que deben solucionarse para la formación de sociedades más justas y equitativas.
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