Toda sociedad necesita una observación especial para garantizar el cumplimiento de derechos de los sectores más vulnerables. Y si hay una situación invisible es la violencia de género. Que sólo se hace presente en el discurso social en situaciones límites. Por eso, el Centro de Estudios Sociales y Culturales para la Comunidad propuso la creación de un Observatorio de Violencia de género en la provincia, que comenzará por la ciudad. Y obtuvo el financiamiento de Unifem, la Agencia de la ONU para la Mujer. "La primera etapa es diagnóstica, vamos a investigar, relevar datos, trabajar sobre los recursos dispersos y las necesidades, por ejemplo, de capacitación", lanza Beatriz Fullone, quien fundó el Centro en homenaje a Carlos Triglia.
Para lanzar el proyecto, y festejar el primer año de la ONG, el miércoles, a las 16, en la sede de Gobierno de la Universidad Nacional de Rosario (Maipú 1065), realizarán una jornada de la que participarán tanto Estela de Carlotto como la abogada Susana Chiarotti, representantes de ONG que traen vasta trayectoria en el tema, como Mabel Gabarra (Indeso) y Liliana Pauluzzi (Casa de la Mujer) y la vicegobernadora Griselda Tessio.
"Nuestra labor consistirá en observar la realidad desde un lugar científico, con relevamiento de datos, trabajo de campo, participar en los lugares donde se trabaja el tema", detalló Beatriz Galizia, psicóloga, integrante del Centro y una de las autoras del proyecto elegido por Unifem. Fullone se entusiasmó por el interés que existe en el Poder Judicial para encarar la tarea. "En Santa Fe las estadísticas de violencia de género están fragmentadas", reconoció, al tiempo que puntualizó el alcance de la propuesta: develar la realidad de las instituciones para hacer una propuesta conjunta que permita mejorar la calidad de la atención".
La falta de capacitación es un hecho, reconocido por los mismos operadores policiales y judiciales, como así también la saturación de la Justicia, que suma causa de violencias de género junto a otras muy disímiles. "A las Defensorías llegan casos muy diversos, aunque sabemos que el 70 por ciento tiene que ver con violencia de género. Pero no existe un organismo específico destinado a esta problemática", puntualizó Adriana Fuentes, también partícipe en la elaboración del proyecto elegido por Unifem para mejorar la situación de las mujeres rosarinas.
Sin embargo, las tres se ocupan de puntualizar que existe interés de la Justicia para mejorar la situación. "Es inédito que la Justicia y una ONG trabajen en conjunto con el mismo objetivo, de mejorar la atención y la capacitación de los operadores. Esto es clave, porque son personas que deben tratar permanentemente con el sufrimiento ajeno", apuntó Fullone.
Lo más importante, según coincidieron, es que los operadores de Justicia, y también policiales, destierren los mitos y se capaciten en la compleja trama que esconde una situación de violencia de género. "El trabajo prioritario es sobre los mitos y los estereotipos", apuntó Galizia. Para Fuentes, un punto neurálgico es la falta de seguimiento de la historia de cada paciente, que por las mismas características de la violencia de género, suele repetir situaciones y requerir ayuda más de una vez. "No existe un seguimiento de la persona. La misma mujer va muchas veces por la misma causa, se topa con distintas personas, que no la conocen, que no están capacitados para brindar lo que necesita. Los propios operadores de la Justicia reconocen como un problema la falta de seguimiento", indicó la profesional. "La ley provincial vigente, la 11.529, plantea un trabajo conjunto con las ONG", recordó Fullone.
Otro de los espacios clave es la policía, ya que se convierte en la institución de referencia para las mujeres víctimas de violencia. "No tenemos personal capacitado para entender que las mismas mujeres denuncian muchas veces, porque hay toda una construcción cultural que las somete a aceptar la situación", afirmó Fuentes, y su compañera, Galizia, agregó que las víctimas "absorben que ese lugar es natural para ellas. Es necesario entender la construcción cultural de las relaciones de género para intervenir sobre la violencia".
Por eso, considera que la prioridad, una vez realizado el relevamiento, es intervenir en capacitación, para brindar herramientas transformadoras en la calidad de la atención.
Para lanzar el proyecto, y festejar el primer año de la ONG, el miércoles, a las 16, en la sede de Gobierno de la Universidad Nacional de Rosario (Maipú 1065), realizarán una jornada de la que participarán tanto Estela de Carlotto como la abogada Susana Chiarotti, representantes de ONG que traen vasta trayectoria en el tema, como Mabel Gabarra (Indeso) y Liliana Pauluzzi (Casa de la Mujer) y la vicegobernadora Griselda Tessio.
"Nuestra labor consistirá en observar la realidad desde un lugar científico, con relevamiento de datos, trabajo de campo, participar en los lugares donde se trabaja el tema", detalló Beatriz Galizia, psicóloga, integrante del Centro y una de las autoras del proyecto elegido por Unifem. Fullone se entusiasmó por el interés que existe en el Poder Judicial para encarar la tarea. "En Santa Fe las estadísticas de violencia de género están fragmentadas", reconoció, al tiempo que puntualizó el alcance de la propuesta: develar la realidad de las instituciones para hacer una propuesta conjunta que permita mejorar la calidad de la atención".
La falta de capacitación es un hecho, reconocido por los mismos operadores policiales y judiciales, como así también la saturación de la Justicia, que suma causa de violencias de género junto a otras muy disímiles. "A las Defensorías llegan casos muy diversos, aunque sabemos que el 70 por ciento tiene que ver con violencia de género. Pero no existe un organismo específico destinado a esta problemática", puntualizó Adriana Fuentes, también partícipe en la elaboración del proyecto elegido por Unifem para mejorar la situación de las mujeres rosarinas.
Sin embargo, las tres se ocupan de puntualizar que existe interés de la Justicia para mejorar la situación. "Es inédito que la Justicia y una ONG trabajen en conjunto con el mismo objetivo, de mejorar la atención y la capacitación de los operadores. Esto es clave, porque son personas que deben tratar permanentemente con el sufrimiento ajeno", apuntó Fullone.
Lo más importante, según coincidieron, es que los operadores de Justicia, y también policiales, destierren los mitos y se capaciten en la compleja trama que esconde una situación de violencia de género. "El trabajo prioritario es sobre los mitos y los estereotipos", apuntó Galizia. Para Fuentes, un punto neurálgico es la falta de seguimiento de la historia de cada paciente, que por las mismas características de la violencia de género, suele repetir situaciones y requerir ayuda más de una vez. "No existe un seguimiento de la persona. La misma mujer va muchas veces por la misma causa, se topa con distintas personas, que no la conocen, que no están capacitados para brindar lo que necesita. Los propios operadores de la Justicia reconocen como un problema la falta de seguimiento", indicó la profesional. "La ley provincial vigente, la 11.529, plantea un trabajo conjunto con las ONG", recordó Fullone.
Otro de los espacios clave es la policía, ya que se convierte en la institución de referencia para las mujeres víctimas de violencia. "No tenemos personal capacitado para entender que las mismas mujeres denuncian muchas veces, porque hay toda una construcción cultural que las somete a aceptar la situación", afirmó Fuentes, y su compañera, Galizia, agregó que las víctimas "absorben que ese lugar es natural para ellas. Es necesario entender la construcción cultural de las relaciones de género para intervenir sobre la violencia".
Por eso, considera que la prioridad, una vez realizado el relevamiento, es intervenir en capacitación, para brindar herramientas transformadoras en la calidad de la atención.
www.notife.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario