Los casi dos años de convivencia de E.E.G. con su pareja se convirtieron en un auténtico infierno para ella. Su novio, con el que tenía una hija de siete meses, no cesó en todo ese tiempo de agredirla física y psíquicamente. La última vez fue en el verano de 2007, cuando la joven le comunicó durante una discusión que los servicios de asistencia social estaban al tanto de todo lo que estaba ocurriendo. Ahora, la Fiscalía Provincial de Álava pide cinco años de prisión para el hombre y el pago de 3.000 euros a su ex pareja por los daños morales y psicológicos causados.
Según el escrito del fiscal, E.E.G., de 30 años y procedente de Argentina, comenzó a insultar y a pegar a su pareja desde el primer mes en que compartieron piso. Vejaciones, golpes y amenazas de muerte, a menudo delante de la hija de ambos, se habían convertido en algo habitual en su domicilio. Durante el episodio más grave, que terminó con la relación, el acusado empujó a su pareja contra la pared y le colocó las dos manos en el cuello «apretándole con fuerza mientras le gritaba que la iba a matar». Después, la tiró al suelo y la arrastró por el pasillo.
En aquel momento la mujer tuvo que ser tratada de ansiedad, temor y altibajos emocionales «no siendo consciente del maltrato sufrido».
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