*Mari Carmen Sigüenza decidió salir de los malos tratos que vivía y dar «una oportunidad a otras mujeres»
*Hace un llamamiento para obtener más zonas para limpiar y así contratar a un mayor número de trabajadoras
Mari Carmen Sigüenza es una víctima de maltrato con mucho coraje. No sólo decidió salir del infierno que vivía en su casa junto a su marido, sino que se propuso ayudar a todas las mujeres víctimas de la violencia en el hogar que le fuera posible. Para ello ha creado una empresa de limpieza en la que solamente contratará a mujeres que hayan pasado por el mismo sufrimiento que ella y hayan decidido poner fin a esa situación vejatoria y salir adelante por sí solas.
La empresa en cuestión es Limpiezas Mari y se encuentra en el término municipal bigastrense. El propósito de la trabajadora a la hora de hacer pública la noticia es que se conozca la situación y, si es posible, que les den más zonas de trabajo, ya que «cuanto más trabajo tenga la empresa a más maltratadas se puede contratar». Sigüenza manifiesta que en ningún momento quiere hacer publicidad gratuita de su negocio. «Si hay que ponerlo, se pone, pero incluso preferiría que no se publicara el nombre de la empresa porque no quiero que la gente piense que hago esto con algún interés», manifestó la mujer a La Verdad.
Por el momento son cinco trabajadoras las que se encuentran contratadas por Limpiezas Mari. «Todas ellas tienen que haber presentado una denuncia contra su maltratador y estar dispuestas a seguir firmes», cuenta Sigüenza, que añade que «esta empresa está creada para que las víctimas de la violencia machista tengan una salida y una oportunidad para empezar una nueva vida alejadas de la persona que les hace daño».
Las trabajadoras, que son puestas en contacto con Sigüenza a través de una asistente social, se muestran muy agradecidas por la labor de la empresaria. «Nosotras preferimos trabajar, no queremos dinero, simplemente que no nos falten sitios donde ir a limpiar y así ganarnos el pan de nuestros hijos de una forma digna», cuenta una de ellas que prefiere no desvelar su nombre.
Sigüenza se ha separado definitivamente de su marido hace tan solo unos meses, y ha comenzado a informarse y a ponerse en contacto con otras mujeres que han sufrido el mismo problema. Es por eso que no se pierde ninguna de las manifestaciones que se hacen en la Glorieta de Gabriel Miró de Orihuela el primer jueves de cada mes para protestar contra la violencia doméstica. Ella sintió en sus carnes el «infierno» de convivir con un maltratador y cuenta que «es una experiencia horrible que no se merece nadie».
Durante veinte años recibió palizas por parte de su marido y también malos tratos psicológicos de todo tipo. Explica que tras poner la primera denuncia y retirarla debido a que su maltratador la convenció, las vejaciones siguieron de manera reiterada. «Se puso a llorar y me pidió que retirara la denuncia y justo después me dijo: No te preocupes cariño, que la próxima vez que te pegue no dejaré marcas», cuenta Sigüenza con tristeza. Además, asegura que psicológicamente lo ha pasado fatal. «Me trataba de loca y me insultaba y eso lo puedes aguantar un tiempo, pero llega un momento en el que explotas y te decides a denunciar y a seguir firme pase lo que pase», dice.
Es por haberlo sufrido por lo que está tan concienciada con el problema del maltrato a la mujer y no está dispuesta a que más personas lo sigan padeciendo. Cuenta que su empresa da prioridad a las mujeres que se encuentran en una situación más desfavorecida. Explica que «si una maltratada no tiene dinero ni para llevarse un trozo de pan a la boca ni para dar de comer a sus hijos, entrará antes a la empresa que otra, ya que es la que más difícil lo tiene para salir de esa mala situación».
Ese era el caso de una de las empleadas de Sigüenza, que se muestra apenada por la precariedad que ha padecido tras separarse de su vejador. Sin embargo, la empresaria dice que mientras ella «esté aquí, esta mujer va a tener un salario digno para alimentar a sus hijos y cuando la empresa crezca, tendrá un sueldo que incluso le podrá permitir pagar una hipoteca».
Este es el principal motivo por el que Sigüenza ha decidido hacer pública su iniciativa, aunque también lo hace para dar esperanza a las víctimas de la violencia en el hogar. Ella hace un llamamiento a todas aquellas personas que necesiten contratar los servicios de una empresa de limpieza para que las tengan en cuenta. «Cuanta más zona tengamos, más personas podremos separarnos de nuestros maltratadores», explican las trabajadoras.
La empresaria se muestra muy orgullosa de su iniciativa y de la labor humanitaria que lleva a cabo. «Ahora mismo no tengo presupuesto para darle trabajo a todas las que lo necesiten, pero, al menos, ayudo a algunas», dice. y añade que su intención es «ampliar el personal en la medida de lo posible».
Limpiezas Mari también tiene una función formativa en la profesión, ya que si una mujer no tiene experiencia laboral, pero necesita un trabajo digno que le ayude a superar la situación «aquí tiene un lugar donde aprender, ya que durante los primeros días trabajaré codo con codo con ella para enseñarle la profesión y después ya podré darle zona como a cualquier otra empleada», dice la empresaria.
Sigüenza cuenta con el apoyo incondicional de su hija, que está a su lado en todo momento y que también es trabajadora suya. La mujer se muestra muy orgullosa de que su hija entienda su situación y la ayude a seguir adelante con esta novedosa experiencia en la que se ha embarcado para salir adelante.
Esta empresaria con iniciativa solidaria afirma que no se va a rendir y que va a exigir a su maltratador cualquier tipo de pensión que tenga que pasarle por ley a pesar de que él ha dejado de pagar. «Dice que nos vamos a morir de hambre y que no va a pagar nada», cuenta la mujer. Sin embargo, ella no va a cesar en su empeño y está decidida a tomar las medidas que sean necesarias para que cumpla con lo que la ley le obliga.
La mujer espera que poco a poco su iniciativa empresarial prospere y se muestra ilusionada con el futuro que le depara el mundo laboral.
www.laverdad.es
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