Los partes médicos de lesiones por asuntos relacionados con la violencia machista han aumentado en el último año un 45 por ciento, lo que a juicio del delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente, evidencia que hay una mayor implicación del ámbito sanitario en este asunto.
Lorente ha impartido la conferencia "Responsabilidad médica en materia de violencia de género" en el marco de unas jornadas sobre la responsabilidad del personal sanitario en el ejercicio de su profesión que se celebran desde hoy y hasta mañana en Granada.
El delegado del Gobierno contra la Violencia de Género considera que en los casos de esta índole, el médico tiene una responsabilidad añadida porque su labor no debe basarse sólo en la prestación de un tratamiento individual, sino que deben ser abordados como "un problema de salud pública" para contribuir así a modificar las causas que dan lugar a la violencia machista.
Especialmente, ha dicho, porque se da la circunstancia de que las víctimas de la violencia acuden más a las consultas médicas que las mujeres que no lo son.
Para Lorente, es fundamental que el personal sanitario entienda que "la violencia -machista- es más que la agresión" porque se trata de una "situación continuada de control, dominio y sometimiento".
Por ello, el abordaje clínico debe ir dirigido tanto a la solución de los "problemas puntuales" derivados de la agresión como a actuar sobre las causas que hacen que la mujer siga sufriendo los efectos de la violencia, que van "más allá de las lesiones".
En el último año, los partes de lesiones por asuntos relacionados con la violencia machista han aumentado un 45 por ciento, lo que a juicio de Lorente evidencia una mayor respuesta, conocimiento e implicación de los profesionales sanitarios en este asunto y que los protocolos de actuación fijados para estos casos están funcionando.
En su opinión, la respuesta del ámbito sanitario a estos casos debe basarse "en la responsabilidad y la profesionalidad, no en la sensibilidad".
"Un profesional puede y tiene que ser sensible, pero sobre todo responsable", según Lorente, que entiende por tanto que el médico debe actuar siempre que se enfrente a un caso de violencia machista, porque de no hacerlo, estaría permitiendo que persistiera.
Lorente aboga por que desde el ámbito sanitario estos asuntos se aborden a largo plazo y no sólo con la perspectiva de "acabar con el problema puntual" emitiendo un parte de lesiones, sino con la de hacer un seguimiento de la víctima para que pueda restablecer su salud "en el sentido amplio, no sólo en el individual".
La respuesta desde los ámbitos sanitarios no debe basarse en la "exigencia de responsabilidad", pero sí en que los profesionales sean conscientes de que su responsabilidad es doble porque además de ofrecerles el tratamiento adecuado deben contribuir a que la mujer resuelva el salir de la situación de violencia de la que es víctima.
Ha puesto como ejemplo el que "nadie entendería" que el tratamiento de la gripe AH1N1 se basara exclusivamente en la asistencia farmacológica a los enfermos, sino que debe ir acompañado de medidas públicas y sociales para evitar que la epidemia avance.
Las jornadas abordarán también aspectos como la responsabilidad jurídica del médico interino residente y su tutor, lo que el director de las jornadas, Lorenzo Morillas, ha considerado uno de los principales problemas del ámbito sanitario desde el punto de vista jurídico.
Para Morillas, la responsabilidad del personal sanitario en general en el ejercicio de su profesión es "una difícil frontera que hay que aclarar", aunque ha lanzado aun mensaje de "tranquilidad", tanto a médicos como a pacientes en cuanto a su protección jurídica.
Respecto a la modificación de la ley del aborto, ha considerado que el papel del médico en este asunto cambiará "relativamente poco", aunque sí permitirá que su actuación esté "totalmente regulada".
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