Torres «está indignado» porque no se han cubierto cuatro plazas de gestor procesal y porque las víctimas no tienen intimidad y a veces declaran en presencia de sus agresores, de sus hijos y de otras maltratadas
El juez decano de Ibiza, Juan Carlos Torres, denunciará a Justicia la falta de medios materiales, y sobre todo humanos, del nuevo Juzgado de Violencia sobre la Mujer (VSM) de la isla, del que es titular. El nuevo órgano judicial comenzó a funcionar en la primera planta del edificio judicial de la avenida de Isidor Macabich de Vila el 30 de diciembre de 2009. La semana pasada se incorporó el juez Torres.La Fiscalía de Ibiza ha destinado dos fiscales de forma específica para tramitar los casos de malos tratos que se detectan en la isla. El juez Torres esperaba contar con ocho funcionarios en su juzgado, cuatro tramitadores y cuatro gestores procesales. Sin embargo, de estos cuatro últimos no se ha incorporado ninguno.
«El año pasado la Gerencia de Ibiza recibió muchas candidaturas para trabajar como gestor procesal en el nuevo juzgado, sin embargo aún no han incorporado ninguno y están buscando en bolsas de otras demarcaciones judiciales», explicó ayer, indignado, el decano a la puerta del Juzgado de VSM. «Quiero destacar la buena disponibilidad para trabajar del personal ya nombrado», añadió Torres.
«Llevamos un mes sin cuatro gestores procesales, voy a denunciar esta situación ante la Gerencia de Ibiza, el Tribunal Superior de Justicia de Balears, el Observatorio de Violencia de Género y el Institut balear de la Dona», anunció el juez. Una de las funciones más importantes de un gestor procesal en la tramitación de los procedimientos judiciales.
Además, el decano quiso dejar patente su «malestar» por las nuevas instalaciones, ya que las víctimas están prestando declaración sin intimidad, muchas veces en presencia de sus agresores, de sus hijos y de otras mujeres maltratadas.
En diciembre de 2009 los Juzgado de Primera Instancia número 1 y 2 de Eivisssa se trasladaron al nuevo edificio del Cetis. El espacio que ocupaban en la primera planta de la sede judicial de la avenida de Isidor Macabich de Vila acogió a continuación al nuevo Juzgado de VSM.
Justicia renovó el mobiliario y los equipos informáticos, sin embargo no se tuvo en cuenta que las víctimas de malos tratos necesitan intimidad y que a veces se incumplen las órdenes de alejamiento en el juzgado, ya que en el mismo espacio declaran con frecuencia víctimas y agresores.
«Hay despachos acondicionados que no se están utilizando», denunció ayer en el Juzgado de VSM, en el mismo sentido que el juez Torres, una trabajadora del Institut Balear de la Dona. «Justicia anunció unas buenas instalaciones y ahora nos encontramos con que víctima y maltratadores declaran en el mismo espacio, sin ninguna intimidad», añadió.
Institut Balear de la Dona
El Institut Balear de la Dona (IBD) tiene dos trabajadoras en Ibiza para recibir las llamadas de las víctimas de malos tratos, acompañarlas y acogerlas en pisos si es necesario, según explicó ayer una de ellas, que atendió a la mujer magrebí maltratada por su marido en Sant Antoni, cuya hija recibió varios golpes con el mango de un cuchillo (ver página 3).
Esta mujer reside desde el sábado en un piso de acogida de los facilitados por el IBD. «La familia vivía de la ayuda de los servicios sociales y los niños iban al colegio sin libros», comentó ayer la trabajadora, que es psicóloga.
El IBD pone a disposición de las víctimas un servicio de atención las 24 horas del día los 365 días del año, en el teléfono de emergencias 112 o en el del propio Institut, 971178989.
Eureka Serveis Sociales se adjudicó el concurso convocado por el IBD, que, desde el 19 de enero, ha puesto a disposición de las víctimas dos trabajadoras en las Pitiusas, que están siempre de guardia. Acompañan a las víctimas en sus declaraciones, en sus menesteres diarios, las llevan en coche, reciben sus llamadas o, en los casos más conflictivos, las reubican en pisos de acogida, en los que hay en la actualidad varias mujeres en la isla. «Les proporcionamos todo lo que necesitan», destacó la trabajadora del IBD.
En el caso de que se produzca un caso de malos tratos en Formentera Serveis Sociales pone a disposición de la víctima una trabajadora social, que acompaña a la mujer hasta el barco. En el puerto de Ibiza le esperaría una de las dos trabajadoras que tiene el IBD actualmente en la isla.
Además, el Institut cuenta con otras dos trabajadoras en Menorca y cuatro en Mallorca, sin contar las asignadas a la ciudad de Palma, gestión efectuada por otra empresa diferente.
La Oficina de la Dona del Consell Insular de Ibiza también presta ayuda a las víctimas de malos tratos.
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