16 de noviembre de 2008

Una de cada cinco solicitudes de medidas cautelares por violencia machista son denegadas

Un total de 1.066 sentencias condenatorias frente a 462 absolutorias y 507 casos de conformidad. Con el frío balance de las estadísticas, en este caso las recogidas en la memoria de la Fiscalía del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) del pasado año, las víctimas de violencia de género quedan sepultadas bajo los datos. Trasladando los números a las valoraciones, las agrupaciones que trabajan a favor de las víctimas censuran que todavía se aplican sentencias ''rebajadas'' o ''minimizadas'', tal como señalan desde la Federación de Mujeres Progresistas.

Avances insuficientes
Colectivos con amplia experiencia en la materia, como la Red Vecinal de Mujeres de Vigo, subrayan que se han producido avances, especialmente en lo relativo a la implicación de la Administración, pero lamentan que todavía es necesaria una labor destacada de ''formación y sensibilización'', según señala Rosa Fontaíña. ''Hay más ayudas'', reconoce, pero no se arriesga a bajar la guardia. ''Se ha evolucionado muy poco'', asegura, constatando un cierto frenazo tras el empujón en la visibilización registrado con la aprobación de la Ley integral contra la Violencia de Género, en diciembre de 2004.

El último caso de violencia machista, registrado esta misma semana, eleva ya a tres las víctimas mortales en la Comunidad gallega en lo que va de año, lo que representa de momento la mitad de los fallecimientos registrados en 2007, año en que murieron seis personas en el conjunto gallego.

Por tipología de delitos, el maltrato ocasional, las amenazas y coacciones, las lesiones y los quebrantamientos tanto de condenas como de las medidas cautelares son los más frecuentes. En el último caso, se contabilizaron un total de 130 casos (según el cómputo oficial, es decir, los incoados judicialmente) en las cuatro provincias gallegas. Los impagos de pensiones o incluso el allanamiento de morada y las agresiones sexuales también aparecen en el trágico cómputo.

Entre 31 y 50 años
Por lo que respecta a las edades de los maltratadores, y aunque se producen diferencias entre provincias, la franja de edad mayoritaria es la situada entre los 31 y los 50 años. La siguiente franja de edad mayoritaria es la situada entre los 18 y los 30 años, en una lectura que alerta de la presencia de la violencia machista entre los jóvenes. Así, la tercera franja de edad más reiterada es la de los mayores de 50 años.

En el otro lado de la balanza estadística, es decir, el de las víctimas, se producen diferencias más marcadas en función de la provincia. Aunque la franja que domina es la de entre 31 y 50 años; se producen variaciones llamativas en la siguiente. Así, por ejemplo, aparece ocupada por las mujeres de entre 18 y 30 años en el caso de la provincia de Ourense, mientras que son las mujeres de más de 50 años las que sufren más casos de violencia machista en la provincia de Pontevedra.

Circunstancias
Las circunstancias que modifican las sentencias judiciales constituyen uno de los puntos en el que los colectivos de mujeres ponen el foco. Según la estadística de la Fiscalía del TSXG (tras sumar el desagregado por provincias, ya que es imposible unificar en un cuadro único gallego porque las memorias provinciales utilizaron aplicaciones informáticas distintas), se contabilizaron 18 atenuantes por trastorno mental transitorio en Ourense y Pontevedra, mientras que se aplicó el agravante de parentesco en un total de 24 casos de las provincias del norte, A Coruña y Lugo.

En cuanto al dictamen de medidas cautelares, la memoria del pasado ejercicio, revela que, de un total de 875 solicitudes, fueron denegadas 184, es decir, el 21% (una de cada cinco) de las solicitadas por las víctimas.

Ante estas situaciones, desde la Federación de Mujeres Progresistas advierten de que todavía es muy numeroso el porcentaje de sentencias que resultan absolutorias en ''agresiones domésticas'' (sitúan el porcentaje de las ''minimizadas'' en un 30%), aunque resaltan el buen papel de la Comunidad gallega, una de las más estrictas en la aplicación de la ley.

Acompañamiento
Una de las iniciativas impulsadas desde la Vicepresidencia de la Xunta es la puesta en marcha de una red en la que se integren diversas asociaciones –vecinales, profesionales…- que llevan a cabo tareas de acompañamiento a mujeres víctimas de violencia de género. El ‘Rodela’, como se denomina, está actualmente implantado en las ciudades de Vigo, A Coruña, Ourense, Ferrol y Lugo, y acaba de dar un paso adelante para que puedan acogerse a él también colectivos que operan en municipios de más de 30.000 habitantes.

''En todo lo que necesiten, estamos con ellas'', explica una voluntaria del programa. ''Vamos con ellas al juzgado, a realizar cualquier asunto burocrático, las acompañamos además de la Policía el día que tienen que ir a recoger sus cosas a la casa del maltratador'', afirma. Incluso, realizan un seguimiento de la situación con ''insistencia'' ante los posibles abogados que ''no prestan mucha atención, que pasan''.

Esther Rodríguez. AGN.
http://elprogreso.galiciae.com

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