la ertzaintza advierte de que, al igual que las denuncias, las agresiones "van a más"
El subjefe de la comisaría de Errenteria indica que el maltrato no detectado puede ascender a un "60% ó 70%
El subjefe de la comisaría de Errenteria indica que el maltrato no detectado puede ascender a un "60% ó 70%
La Comunidad Autónoma Vasca (CAV) registra más de 4.000 denuncias al año por violencia de género. Cinco mujeres solicitan cada día órdenes de protección por miedo a sufrir agresiones de sus parejas en Euskadi, donde este año ya se han contabilizado dos muertes de maltratadas a manos de sus compañeros sentimentales. Los datos son alarmantes y, según el Departamento vasco de Interior, "la tendencia va al alza, van a más". Así lo aseguró ayer Xabier (prefiere no facilitar el apellido), subjefe de la comisaría de la Ertzaintza en Errenteria y responsable de violencia de género de la comarca de Oarsoaldea, quien aseguró: "anualmente asciende un 10% el número de casos de violencia machista en Gipuzkoa".
Todo esto, insistió, sin contar con el maltrato que no se detecta pero que existe, "que es latente y que no se atreven a contabilizarlo pero que puede ascender a un 60% ó 70%", indicó en unas jornadas celebradas en Donostia y organizadas por Babestuz.
Este ertzaina explicó el procedimiento que desarrollan los agentes cuando se produce una agresión de estas características. Tres grupos diferentes de cada comisaría de la Policía Autonómica son los encargados de atender a la mujer en los casos de urgencia. "Hasta el lugar de los hechos se acerca una patrulla de seguridad ciudadana, que otorga una asistencia integral a la víctima, es decir, se le asiste e informa sobre los servicios sociales a los que puede recurrir o la posibilidad que tiene de poner una denuncia", informó Xabier.
Después de este procedimiento, un grupo de investigación incoa las diligencias y tramita la denuncia, así como la orden de protección a la víctima antes de 24 horas. "Luego queda el seguimiento. A la mujer se le da un número para ponerse en contacto con una ertzaina, una relación que puede prolongarse semanas, meses o años, según el caso", indicó el miembro de la Policía Autonómica. De esta manera, se crea entra ambas un clima de confianza y de privacidad.
Para conocer el estado en que se encuentra la maltratada, la Er-tzaintza realiza una serie de test con el objetivo de valorar el riesgo que tiene la víctima de sufrir otra agresión. "Se pregunta desde si el detenido es toxicómano, hasta en qué situación económica se encuentra ella", añadió Xabier, al tiempo que explicó que luego se concluye si el peligro es básico, alto o especial.
riesgos
En el primero de los casos, se realiza un seguimiento de la mujer, mientras que en el segundo y en el tercero se le facilita un número de teléfono que, pulsando una tecla, le pone en comunicación con la comisaría más cercana. Asimismo, en las situaciones extremas se recurre a un escolta personal para la víctima de violencia machista (17 mujeres llevan protección en estos momentos en la CAV).
"La tecnología GPS y las pulseras electrónicas han dado muchos problemas en Gipuzkoa, dada la orografía del territorio y la existencia de un gran número de inhibidores de frecuencia", señaló. Asimismo, según explicó, la Ertzaintza también efectúa una vigilancia preventiva en los alrededores de la casa de la mujer, cerca de su trabajo y en eventos como bodas o comuniones, de los que pueda tener información el agresor.
Cuando los agentes se trasladan hasta el lugar de los hechos, se encuentran a la agredida "aturdida y en estado de shock ". "Si el hombre sigue en la casa suele tranquilizarse cuando nos ve, aunque algunos se ponen más agresivos", afirmó.
A pesar de que los datos son alarmantes, Xabier aseguró que, "por suerte, las mujeres están más concienciadas y denuncian más". Además, los agentes actúan "ante la mínima sospecha de maltrato y, como es un delito público, podemos actuar de oficio e incoar un atestado para poner fin al ciclo de violencia".
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