El acusado declara ahora que él y un menor abusaron de Marta antes de estrangularla
Hasta tres versiones distintas relató anteayer Miguel Carcaño al juez sobre la muerte de su ex novia Marta del Castillo. Pero la última fue sin duda la más truculenta. Al filo de la medianoche, el supuesto asesino, de 19 años, declaró que tanto él como su amigo El Cuco, de 15 años, habían violado a la joven antes de que ambos la estrangularan en casa de Miguel.
Sin embargo, la enésima versión de Miguel está llena de sombras y es puesta en duda por los investigadores, a pesar de que el hallazgo de una navaja en una alcantarilla frente a la casa, con la que supuestamente amedrentaron a Marta para vencer su resistencia, corrobora parte del relato. Según la última versión, los dos amigos de Marta compartieron el pasado 24 de enero alcohol, porros y pastillas. Tras resistirse la joven a mantener relaciones sexuales, ambos comenzaron a golpearla en el salón de la casa de Miguel.
A continuación, la llevaron al dormitorio y sobre la cama violaron a Marta, Miguel en primer lugar y a continuación El Cuco.
Tras finalizar la agresión sexual, ambos amarraron a Marta con cinta aislante y una alargadera y continuaron la agresión hasta inmovilizarla y estrangularla entre los dos jóvenes. Miguel había propinado un puñetazo que hizo sangrar a Marta. Este golpe y las violaciones explicarían la sangre de la adolescente hallada en el suelo del dormitorio mezclada con los perfiles genéticos de ambos. Ésa es la prueba definitiva de la Policía Científica que involucra a los amigos en la escena del crimen, aunque ciertos detalles aportados por los protagonistas aún no convencen a los investigadores.
Para librarse del cadáver, El Cuco y Miguel cogieron la silla de ruedas de la madre de este último, ya fallecida, y lo cubrieron con bolsas de basura antes de arrojarlo a un contenedor. Al salir de la casa, El Cuco arrojó una navaja tipo mariposa que usaron para amenazar a Marta. Este relato encaja con el testimonio de un vecino, que observó a Miguel con la silla de ruedas cuando éste regresaba a su casa.
A diferencia de las primeras versiones exculpatorias que Miguel expuso el pasado lunes, esta última narración se traduciría -de ser cierta- en una mayor condena para él como coautor de un supuesto asesinato y autor de una supuesta violación. "Fue la primera vez que Miguel miró al juez a la cara y al final dio la impresión de que se había quitado un peso de encima, que suspiraba aliviado", explicaron fuentes del caso.
Este nuevo relato, solicitado por Miguel directamente al juez el pasado martes tras una reconstrucción de los hechos "nada creíble", según fuentes del caso, acabó con la paciencia de su abogado. Tras la tercera versión de Miguel, su letrado renunció a seguir defendiéndole.
El ex novio de Marta justificó sus primeras versiones (que mató a la chica con un cenicero para luego arrojarla al Guadalquivir), porque la policía le había "sugerido" que Marta estaba realmente en el río, y él siguió la corriente que le comentaban los investigadores. De este mismo modo explica Miguel que involucrara a su amigo Samuel Benítez, al cual exculpa de la secuencia narrada la noche del pasado martes.
El supuesto asesino exime de culpa asimismo a su hermano Francisco Javier Delgado, en prisión preventiva, de participar en el trágico suceso. Miguel aseguró que su hermano abandonó el domicilio a las 20.30, diez minutos después de que él llegara junto a Marta.
En esta confusión y enredo de versiones, que según recuerdan los investigadores no es extraña durante la instrucción de un crimen, Miguel negó haber contado nada a la familia de Camas con la que vivía, lo cual contradice la declaración de su última novia de 14 años, que detalló cómo el joven le contó todo. Ayer los investigadores resaltaron a la agencia Efe el interés de los implicados en impedir el hallazgo del cuerpo, que contrasta con el hecho de que un 95% de los asesinos confesos revelan el paradero de su víctima.
Ante la falta de resultados en el río y las múltiples versiones, lo cierto es que el juez ha optado por seguir la pista que sitúa el cadáver en el contenedor de basura. La Delegación del Gobierno en Andalucía ha pedido un informe a la Abogacía del Estado sobre el coste de la búsqueda en el río para poder reclamarlo en el juicio. Desde ayer, la búsqueda del cuerpo de Marta se centra sólo en la planta de tratamiento de residuos Montemarta Cónica, ubicado en el término municipal de Alcalá de Guadaíra, a 25 kilómetros de Sevilla.
Hasta allí se trasladaron ayer los responsables policiales que durante un mes han estado a cargo del dispositivo de búsqueda en el Guadalquivir. Fuentes de la instalación estiman que desde que desapareció la chica se han vertido en la planta alrededor de 65.000 toneladas de basura, por lo que el rastreo se antoja "muy difícil". No obstante, fuentes del caso señalaron que, si realmente el cadáver llegó a la planta, ya se sabe en qué zona debería estar. En todo caso, habrá que remover toneladas de basura para comprobar si, esta vez, el relato era cierto.
J. MARTÍN-ARROYO / R. RINCÓN
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Miguel/admite/violacion/asesinato/elpepisoc/20090319elpepisoc_2/Tes
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