Los centros sanitarios juegan un importante papel en la lucha contra la violencia machista al ser, en muchas ocasiones, los lugares donde las víctimas reciben una primera atención y evaluación de daños. Por eso, en el área de Urgencias de los hospitales y centros de salud de Balears disponen de un protocolo de actuación que se pone en marcha cuando existen indicios de un posible caso de malos tratos, ya sean confirmados por la víctima o no.
Fuentes del Ib-Salut explicaron que cuando una mujer llega al servicio de Urgencias y no manifesta haber sufrido agresión alguna pero el personal sanitario sospecha de ello, se informa a la trabajadora social de su centro de salud para que le realice un seguimiento una vez que haya sido dada de alta.
Por el contrario, si la mujer -que acude sola, acompañada por un policía o en ambulancia- afirma que ha padecido malos tratos, desde Urgencias realizan una actuación exhaustiva. El personal sanitario avisa al trabajador social del centro donde está siendo atendida para que le ofrezca la posibilidad de contactar con algún familiar o persona de confianza. Se elabora un parte de lesiones que será remitido al juzgado que se encuentre de guardia. Por último, se la deriva al recurso asistencial más adecuado -que podría incluir los servicios sociales, entre otros- y se realiza un seguimiento bien desde el citado recurso, bien desde su centro de salud.
Según las mismas fuentes, en el caso de que la paciente que denuncia un maltrato -cuya identidad siempre se mantiene oculta- permaneciera ingresada en el centro hospitalario tras la primera atención, se seguiría el citado procedimiento anterior pero con una valoración social del caso más profunda dada la supuesta gravedad de lo ocurrido.
EIVISSA N. G. G.
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