24 de noviembre de 2008

Trescientas mujeres conmemoran en Kabul el Día contra la Violencia de Género

ACTO ENTRE FUERTES MEDIDAS DE SEGURIDAD

  • Los hombres acaban haciéndose con el protagonismo del evento
  • El derecho a la poligamia fue uno de los temas debatido
Una imagen del acto. (Foto: M.B.)
Una imagen del acto. (Foto: M.B.)

KABUL.- Tenía que ser un acto al aire libre, en un parque o una plaza de Kabul para así hacerse ver y oír ante la opinión pública. Pero los planes cambiaron radicalmente después de que hace menos de una semana unos desaprensivos quemaran con ácido la cara de 13 jovencitas en Kandahar, en el sur de Afganistán, cuando se dirigían a la escuela.

Una docena de asociaciones de mujeres afganas celebraron este lunes por la mañana en Kabul, con 24 horas de antelación, el Día Internacional contra la Violencia de Género. El acto se hizo, pues, bajo techo, en el auditorio de la facultad de medicina en la Universidad de Kabul. Y con altas medidas de seguridad: desde primera hora de la mañana se cortó el tráfico de vehículos en el campus universitario porque, por si acaso, más valía tener la fiesta en paz.

No era para menos. Unas trescientas mujeres se reunieron en el auditorio, además de medio centenar de varones, todos estudiantes universitarios. El lema escogido para la celebración de este año, además, dejaba claro que las participantes harían todo, menos ser diplomáticas con el gobierno afgano. "No a la violación ni violencia. Justicia y amor", rezaban los carteles que anunciaban el acto, para rubor de las que los leían, en un país como Afganistán donde todo lo que tenga que ver con el sexo es tabú y también, sin duda, la violación. La mayoría de mujeres víctimas ni la denuncian.

El mensaje era evidente que se dirigía al presidente afgano, Hamid Karzai, que inexplicablemente en agosto indultó a tres violadores que abusaron sexualmente de una mujer en la provincia de Samangan, en el norte de Afganistán, y le rajaron la vulva con una bayoneta.

Sima Samar, la presidenta de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, habló la primera y no lo pudo decir más alto y más claro: "La responsabilidad de que no se haga nada contra los agresores es del gobierno", afirmó. Y enumeró algunos de los obstáculos que existen en Afganistán para atajar la violencia de género: "Los agresores entran a la cárcel por una puerta y salen por la otra, las mujeres sienten vergüenza de denunciar, y la policía, en vez de ayudar, suele victimizar más a las víctimas".

Soraya Sobhrang, responsable de asuntos de la mujer en la misma comisión, añadió que la violencia contra las mujeres en Afganistán comienza por la propia familia. Y la diputada Shinkai Karokhail lo remató destacando que el Corán no dice por ninguna parte que una mujer deba casarse en contra de su voluntad con un hombre que no desea, ni tampoco que sólo sus hijos y no las hijas disfruten de todos los derechos y privilegios en la familia.

Matrimonios forzados

Las féminas del auditorio le aplaudieron en pleno. Era evidente que todas se sentían identificadas de alguna manera. De hecho las cifras hablan por ellas mismas. Según el Fondo de Desarrollo para las Mujeres de las Naciones Unidas (Unifem), entre el 70 y el 80% de las mujeres en Afganistán contraen matrimonio a la fuerza, y el 57% lo hace antes de la edad legal para ello, los 16 años.

Los datos de Unifem también destacan que los hombres copan los cargos de poder y buena parte de los lugares de trabajo en Afganistán, y también ellos acabaron acaparando el protagonismo en el acto de conmemoración del Día contra la Violencia de Género, que inicialmente debía ser para ellas.

El decano de la facultad de Medicina, Ubai Ullah Ubai, también tomó la palabra, pues para algo era él anfitrión del evento. Y también habló el mulá Manawi, a quien siempre se le invita a los actos públicos de mujeres en Kabul porque, a pesar de ser mulá, tiene una mentalidad relativamente abierta.

Los que más intervinieron, sin embargo, fueron los estudiantes universitarios, que se hicieron con el micrófono y sacaron a relucir un tema que antes no se había tratado: el derecho de los hombres en el Islam a casarse con más de una fémina. A partir de ahí, la discusión se fue por esos derroteros, invocando el Corán, sin importar todo lo que antes se había reivindicado y ante el mutismo de todas las presentes, que prefirieron callar antes de que se las acusara de no ser musulmanas por intentar defender de nuevo sus derechos.

www.elmundo.es

La violencia machista es la segunda causa de ingreso en prisión de Picassent

Entre enero y octubre de este año han fallecido ocho mujeres por agresiones machistas en la Comunitat y se han interpuesto 6.947 denuncias.

EFE La violencia machista es la segunda causa de ingreso en el centro penitenciario de Picassent, únicamente por detrás de los delitos de robo y por encima de los relacionados con el tráfico de droga, según ha informado hoy el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta.

Según ha expuesto en rueda de prensa, entre junio y noviembre de este año han sido encarcelados 170 hombres en Picassent por este motivo, frente a los 400 que han ingresado por robos y los 124 que han sido encerrados por delitos de drogas.

Además, tres de las fallecidas eran extranjeras, así como el 42,04 de las víctimas en general, lo que según Peralta revela un "cierta concentración" de este problema en mujeres inmigrantes y una tendencia decreciente entre las españolas.

En el 30,6% de las denuncias, el agresor ha sido el cónyuge, en el 29,5% el compañero sentimental, en el 21,36% el ex compañero sentimental y en un 7,8% el ex cónyuge.

Hasta el pasado mes de mayo había un total de 13.327 órdenes de protección vigentes, y hasta el 1 octubre había 2.149 teleasistencias: 1.084 en Valencia, 778 en Alicante y 287 en Castellón.

Peralta ha advertido que estas cifras suponen una "contención" en muertes y denuncias, especialmente en el colectivo "nacional", en el que los resultados "comienzan a ser optimistas".

El esfuerzo "compartido" de toda la sociedad y el incremento de las medidas legislativas y sociales han animado a las mujeres a "denunciar un problema que estaba en la oscuridad" y que "forma parte de la cultura de sumisión" femenina, ha señalado.

Peralta ha recordado la inversión que ha hecho el Gobierno en la Comunitat en materia de violencia de género, en la que destaca los 443.135 euros que ha recibido la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas.

Asimismo, el Ejecutivo central ha financiado hasta la fecha 198 contratos bonificados para facilitar la inserción laboral de las víctimas y han concedido ayudas para el cambio de domicilio a 193 mujeres valencianas.

Desde marzo de 2004, el número de agentes especializados en esta materia se ha incrementado en un 300% hasta llegar 193, y está previsto que el próximo mes se cuente con 200 especialistas más.

Peralta ha advertido de que "quien recurra al maltrato" deberá asumir las consecuencias "negativas" y ha instado a todas las administraciones a coordinar sus recursos para acabar con este problema.

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Campaña de la Junta para fomentar las denuncias por acoso en el ámbito laboral

El Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEX) y el sindicato CC.OO. pondrán en marcha una campaña para sensibilizar a la población sobre la idea de que el acoso físico o verbal que pueda producirse en el trabajo puede ser considerado como una forma más de violencia de género, en tanto que «atenta contra la dignidad de las personas», informa Ep. La iniciativa, que consiste en el reparto de pósteres y dípticos informativos en empresas y centros de trabajo, invita a las personas que puedan sufrir dicho tipo de acoso a denunciarlo. Así lo explicaron la directora del IMEX, María José Pulido, y la secretaria de la Mujer de CC.OO. de Extremadura, Teodora Castro, quien afirmó que en el ámbito laboral puede llegar a existir «miedo» a denunciar el posible acoso «por la repercusión que ello puede tener en su puesto de trabajo», lo cual «complica» la intervención para prestar ayudar.

«Cualquier atributo al aspecto físico de la mujer debe entenderse que puede atentar contra la dignidad de la persona, porque pueden ser situaciones que no se lleven bien por todas las partes», declaró Castro, quien añadió que la campaña incide en que la Ley Orgánica de Igualdad Efectiva de Hombres y Mujeres define el acoso sexual como «cualquier comportamiento verbal o físico de naturaleza sexual que tenga el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo».

Incidió en que la forma de prevenir dichos comportamientos es la creación de entornos laborales «saludables» desde el ámbito de las relaciones personales. «En los centros debe saberse que si otra persona no acepta que se le diga que está muy buena tiene que dejar de decirlo», aseveró. La sindicalista añadió igualmente que no existen datos «rigurosos» sobre casos de acoso sexual, físico o verbal en el trabajo, e insistió en la importancia de que la población se sensibilice respecto a esta cuestión.

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