26 de junio de 2009

Una de cada tres sentencias por malos tratos fue absolutoria

La Fiscalía de Sevilla constata una caída del 21% de los casos en los que se procede a retirar la acusación, bien por desistimiento de la mujer o porque el fiscal no acusa

Uno de cada tres casos de violencia doméstica que llegan a juicio acaban con la absolución del presunto maltratador. Ésta es una de las principales conclusiones que se desprende de la memoria de la sección de Violencia sobre la Mujer de la Fiscalía de Sevilla, que recoge que en 2008 los jueces dictaron un total de 781 sentencias relacionadas con la violencia de género.

De los 781 casos que fueron enjuiciados en Sevilla, el 44,04% acabaron con la condena del acusado, lo que ocurrió en 344 procedimientos, mientras que el 33,29% (260 casos) acabaron con un pronunciamiento absolutorio por parte de los tribunales.

La estadística refleja un porcentaje mayor de absoluciones si se tienen en cuenta las sentencias que han recaído en los juicios de faltas celebrados por casos de maltrato, por hechos de carácter leve. Así, habría 412 absoluciones frente a 395 resoluciones que condenan a los maltratadores, lo que supone un porcentaje del 51,05% de condenas y 48,94% de resoluciones absolutorias.

En otros 203 casos de violencia de género se dictó una sentencia de conformidad, lo que representa que el acusado reconoció la autoría del delito o de la falta que se le imputaba y aceptó la pena, con lo que se evitó la celebración del juicio.

En cuanto al grado de parentesco entre el agresor y la víctima, las estadísticas muestran la misma tendencia que en años anteriores: en la mayoría de los casos el agresor suele ser el cónyuge (en 2.357 delitos) o pareja de hecho (1.914) de la víctima, mientras que se ha producido un descenso del 6% de los casos en los que entre ambos existía una relación de noviazgo: de los 173 casos que hubo en 2007 se ha bajado a 71 el pasado año. También han caído en un 19% los casos en los que el agresor es el ex cónyuge de la víctima. Así, en el 2007 esta relación con la mujer afectaba a 1.309 casos, mientras que el año pasado se redujo a 1.059, según recoge la memoria del Ministerio Público.

De otro lado, el año pasado las retiradas de acusación contra presuntos maltratadores experimentaron una caída del 21,25%, situándose en 100 frente a las 127 que se habían contabilizado el año precedente. De los 100 casos, 86 corresponden a la dispensa que establece el artículo 416 de la ley de Enjuiciamiento Criminal y que permite a las mujeres no declarar contra sus cónyuges. La Fiscalía advierte no obstante que el número de mujeres que no declaran contra sus maridos -lo que conduce al archivo de la causa- ha descendido un 28% de un año para otro, ya que en 2007 fueron 119 las mujeres que se acogieron a esta dispensa frente a las 86 del año pasado.

Por último, los jueces de Sevilla acordaron en 2008 un 27% más de órdenes de alejamiento, hasta alcanzar las 538 frente a las 391 que se habían aprobado en 2007. Las víctimas solicitaron el año pasado 1.064 órdenes de protección, de las que se denegaron 382. De las que se acordaron, 501 eran sólo penales y 181 incluían además medidas de carácter civil.

J. Muñoz

www.diariodesevilla.es

Lorente asegura que los agresores de violencia machista "son lo más parecido a un terrorista suicida"

El delegado del Gobierno para la Violencia de Género apunta la insularidad influye en los índices de Canarias y Baleares

El delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, insistió hoy que el principal fallo del sistema "está en el agresor" y que no se puede trasladar la responsabilidad a las instituciones al tiempo que zanjó que los agresores "son lo más parecido a un terrorista suicida".

Lorente señaló en declaraciones a los medios de comunicación que los agresores "son hombres que están dispuestos a entregarse a las autoridades o suicidarse y que los suicidios han aumentado de 2007 a 2008 desde el 7 al 21 por ciento.

Asimismo alertó de que también ha cambiado la forma de agresión, "hay más violencia en los homicidios". "Aumentan los apuñalamientos del 16 al 28 por ciento y los traumatismos", detalló al tiempo que subrayó que "hay que poner el énfasis en la crítica a los delincuentes y en la mejora en la respuesta institucional".

De igual forma el delegado indicó que "el número de denuncias aumenta" en el país y que se ha comprobado que "cada año son menos los casos de homicidios con denuncia previa y ordenes de protección". Aquí incidió en el "buen hacer" de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

"El principal punto negro es el violento", repitió para rechazar acto seguido a que en ocasiones se minimicen sus delitos. "Hemos buscado identificarle siempre como agresor y destacar factores de riesgo para evitar que se vuelva a repetir la violencia", explicó.

Con respecto a las cifras de Canarias, detalló que influye la insularidad que comparte con Baleares. "El elemento fundamental de la violencia es dominar a la mujer y no siempre para dañar como objetivo último. El daño es la sumisión y para ello se ejerce el aislamiento y en Islas es más eficaz", resumió Lorente que enumeró que las tasas en Canarias y Baleares son similares del 5,9 y 6 respectivamente. "Son dos de las comunidades donde la tasa es más alta", dijo para aclarar que esto también ocurre en otros países.

En este punto, Lorente indicó que "hay que mejorar los contextos de protección". Según él, ésta es una labor conjunta del entorno cercano y de los profesionales y recordó que el Ministerio de Igualdad ha puesto en marcha los dispositivos electrónicos --pulseras o brazaletes-- para controlar a los agresores.

Sobre el sistema subrayó que es "eficaz y global" al convertirse en un elemento disuasorio. Además recordó que se repartirán entre las comunidades 3.000 pulseras y que no existen números cerrados por regiones, sino que se harán a medida que se vayan solicitando y como primera referencia se ha tomado el del número de órdenes de alejamiento.

CONDENAS

Lorente también habló del cumplimiento de las penas. Recalcó que "no hay que insistir en las penas, sino en la prevención porque las condenas saldan una deuda social y moral, pero el daño ya se ha producido". "Desde el Ministerio estamos trabajando para que las penas sean proporcionales, pero nos preocupa la prevención y romper con las pautas de hombres que creen que los conflictos se resuelven de forma violenta", matizó.

En referencia a la polémica suscitada en Canarias sobre la utilización del teléfono 112 o 016, Lorente detalló que "es un error generar polémica porque genera desconfianza y desorientación en las víctimas". Expuso que el 112 es un número para emergencias y el 016 para asesoramiento e información. "Si se llama al 016 no es negativo porque tiene respuesta ante necesidad", planteó para concluir que "ambos combaten la violencia de género y son necesarios". "Es muy importante que se publique y se hable de violencia de género, pero que se haga bien", dijo en relación al debate sobre si publicitar los asesinatos.

"El mayor aliado de la violencia ha sido la invisibilidad, que se ha construido en el anonimato. No podemos permitir el silencio y que no haya responsables. Es responsable el maltratador", expuso para detallar que "la población conoce la violencia de género a través de los medios de comunicación y si estos no informan ni conciencian no se cambiará la percepción existente". Afirmó que el 2,8 por ciento de la población considera que es un problema grave, fundamentalmente mujeres, un 153 por ciento más que los hombres.

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Las mujeres y la salud, los principales afectados por la violación a los DD.HH. en Costa Rica

La Defensora de los Habitantes de Costa Rica, Lisbeth Quesada, señaló hoy que las principales violaciones a los derechos humanos en el país se presentan en el servicio de salud, la protección del medio ambiente y en el aumento de la violencia contra las mujeres.

Quesada expuso hoy en conferencia de prensa el informe anual de labores (2008-2009) de la Defensoría de los Habitantes, el cual indica que los costarricenses interpusieron un total de 17.539 denuncias contra instituciones estatales en los últimos doce meses.

Una de las principales preocupaciones de Quesada es el creciente numero de denuncias por violencia de género, un flagelo que cobró la vida de unas 30 mujeres en 2008 a manos de sus parejas sentimentales.

La defensora dijo que las mujeres no cuentan con un acompañamiento legal adecuado para conocer sus derechos y afirmó que siguen "sin protección", pues dos artículos de la ley contra la violencia doméstica fueron declarados inconstitucionales y aún no se corrigen.

Aseguró que la violencia contra las mujeres se convierte en un problema público solo cuando mueren asesinadas y no antes, cuando, a su juicio, las autoridades no le dan la importancia necesaria porque los ven como "un asunto privado".

Una de las instituciones más denunciadas por los habitantes es la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) debido a las largas listas de espera para cirugías y citas con especialistas, que en ocasiones son programadas para dentro de meses e incluso años.

"Los ciudadanos nos dicen que no saben si estarán vivos" para cuando les llegue el turno de una cirugía o una cita, comentó Quesada.

La defensora también criticó "el doble discurso" del Gobierno en materia ambiental, pues "por un lado hablan de la protección de los recursos naturales y el turismo sostenible" y por otro "el Estado es uno de los principales violadores de la ley ambiental".

Según Quesada, el Estado está atentando contra el medioambiente al no aligerar la creación de una ley de recurso hídrico moderna y al conceder permisos de minería a cielo abierto y para construcciones en la zona marítimo terrestre.

El informe también denuncia deficiencias en la gestión municipal por al existencia de basureros al aire libre, aguas sin tratamiento, contaminación de fuentes de agua, la prestación deficiente de servicios y el otorgamiento de polémicos permisos de construcción en zonas cercanas al mar o montañas.

El texto también contiene denuncias sobre el transporte público, el maltrato contra los ancianos, el desempleo, la inseguridad y violencia.

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