7 de enero de 2009

Organizaciones de hombres abrazan la causa feminista por la igualdad y se hacen oír en el ministerio

Rechazan la guerra de sexos y crean espacios masculinos de reflexión para arrojar luz sobre la ceguera del patriarcado

No pretenden una lucha al margen de la de las mujeres y están cansados de que se les confunda con los grupos de padres separados que reivindican derechos frente al otro sexo. "Pero, ¿tú de que lado estás? - les reprochan estos-,"¿de qué vais con eso del cambio?". Le deben al feminismo su afán por perseguir la igualdad y actuar contra la discriminación y la violencia. Rechazan la guerra de sexos y crean espacios masculinos de reflexión para arrojar luz sobre la ceguera del patriarcado. ¿Les hace eso menos hombres?

"En absoluto", responde Miguel Lorente, delegado del Gobierno para la Violencia de Género. "Esas personas trabajan por un espacio de convivencia en el que el referente de desarrollo esté sobre lo común y lo que se comparte, y no sobre estructuras rígidas repartidas. No queremos que se fabriquen moldes de muñecos y muñecas. Hay que crecer compartiendo las mismas referencias". Sociólogos, psicólogos, antropólogos... hombres preocupados por el corsé de la masculinidad tradicional y que han revolucionado el panorama asociativo en España, fueron citados antes de cambiar el año por la titular de Igualdad, Bibiana Aído, y el propio Lorente. La Vanguardia da a conocer a algunos de ellos y el contenido de su carta a los reyes del ministerio de igualdad.

ANDRÉS MONTERO
"Debe interiorizarse la igualdad como una necesidad democrática" Psicólogo, 40 años. Dirige el Instituto de Psicología de la Violencia. Su compromiso con la igualdad comenzó al investigarla. Aprendió dos cosas: que está en la mente y que es un instrumento para imponerse y someter al otro. "La desigualdad está en la base de la violencia y, por tanto, la igualdad es su remedio de partida. Pero ahí están las resistencias de un modelo social que discrimina a mujeres a favor de hombres. ¿La más clara? Esa trampa de la masculinidad que consiste en afirmar que la igualdad ya existe y que lo único que deben hacer ellas es practicarla (eso sí, sin alterar los códigos dominantes). Si quieren ser iguales que lo sean, pero a los hombres. Inventarse fenómenos psicojurídicos como el Síndrome de Alienación Parental o extender mitos como las denuncias falsas son otras resistencias". Al ministerio le pide más creatividad al comunicar. "Sólo cuando la mayoría social interiorice la igualdad como necesidad democrática iniciaremos el cambio".

ERICK PESCADOR
"Hay que actuar con chicos y chicas: ellas aún participan de roles machistas" Sociólogo. 38 años. Preside la Asociación para la Creación de Vínculos de Equidad (ACVE), que gestiona el proyecto Ulises para la prevención de la violencia. Desde los 18 años asiste a cursos sobre feminismo y estudia la perspectiva de género. Su objetivo: alumnados, profesorados, madres y padres, agentes sociales y cuerpos de policía. Le pide al Ministerio que actúe en el ámbito educativo. "Debe lanzar campañas donde los hombres aparezcan no sólo como modelo tradicional o que ha usado en algún momento la violencia, sino alternativo". Pescador insta a abordar las masculinidades en ambos sexos. "Sorprende cómo las chicas participan de los roles machistas - alega-,normalizan comportamientos que las oprimen, como ese deseo de ponerse tetas . Te dicen que lo hacen por ellas mismas, pero se trata de la importancia que le dan al hombre y al modelo tradicional de deseo, en el que lo importante a la hora de elegir pareja es que tenga un buen par de tetas más que otro tipo de valores". Separarse, ser padre, jubilarse... los cambios empujan a algunos hombres a la reflexión. "No se dan cuenta de cómo la falta de escucha emocional les distancia de la realidad".

HILARIO SÁEZ
"No es responsabilidad de las mujeres cambiar hacia la igualdad" Sociólogo. 48 años. Cofundador del Foro de Hombres por la Igualdad. Desde el taller Mi señora plantea la vergüenza de la violencia de género. "Las mujeres estaban hartas de ir a talleres. ´Eso está muy bien pero, ¿por qué no se lo cuenta a mi marido?´, te decían. Es cierto, no es responsabilidad de las mujeres cambiar hacia la igualdad", asegura. Sáez confía en que el ministerio haya entendido que "hablamos de un programa nacional de hombres por la igualdad que refuerce apuestas locales y autonómicas". "Es crucial - añade-que los hombres hablemos contra la violencia machista y que el mejor argumento contra ella sea la igualdad. Y eso implica que nos planteemos el reto de la igualdad. Si para ellas ha sido la incorporación al mercado laboral, para nosotros es asumir la corresponsabilidad en los cuidados, y no precisamente como un problema de poder en términos de custodia compartida. Es verdad que la separación es un problema para muchos hombres porque el mercado de la vivienda no te permite mantener dos, y es paradójico que no haya ayudas para acceso a la vivienda de padres separados. Pero también están los accidentes de tráfico y laborales (90% de hombres). La violencia no es sólo un problema de maltratadores, es una manifestación masculina, un problema de ellos que sufren ellas. No gastaríamos tanto en salud - dice-si los hombres aprendiéramos a cuidarnos, y eso se aprende cuidando. O si los chavales vieran que la publicidad machista de motos potentes pone en peligro su vida".

HEINRICH GELDSCHLÄGER
"El género debería formar parte del currículum educativo" Psicólogo. 39 años. Trabaja en la Fundació Institut de Reinserció Social (IRES) en Barcelona. Llegó de Alemania hace 13 años, para un posgrado en psicoterapia. "Si no tienes la suerte de tropezar con un profesor que toca el tema de la igualdad, la masculinidad o el género, no es un tema que se aborde en la Universidad", afirma. Lo suyo sería, considera, que el género formara parte del currículum educativo, desde el parvulario hasta el rectorado. "Yo me introduje a la vez en el ámbito personal y profesional: mi pareja me hacía ver los privilegios masculinos y me los cuestionaba, mientras en el trabajo abordaba la violencia y, por tanto, la desigualdad en las relaciones y el modo en que se construyen individual y socialmente la masculinidad y la feminidad". IRES gestiona dos servicios dirigidos a hombres que ejercen la violencia: el voluntario, del Ayuntamiento, y los programas formativos de Justícia, con los que se sustituyen condenas de menos de dos años, pero cuya duración es exigua.

ANTONIO GARCÍA
"Nos llaman desde traidores y vendidos a las mujeres hasta maricones..."Trabajador social. 45 años. Presidente de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (Ahige). "Queríamos romper con el inmovilismo masculino y hablar de cómo nos relacionamos con las mujeres y la familia. Nos deconstruimos como machistas y nos reconstruimos como personas", comenta. Su organización recibe alabanzas pero también críticas, amenazas... "Desde los que nos llaman traidores, vendidos al feminismo, hasta los que nos llaman maricones. Que la adiministración nos abandone permite que surjan movimientos de hombres que se disfrazan de igualitarios y nos ven como enemigos. Pero con su odio y rencor no se construye la igualdad. La custodia compartida es maravillosa, pero no como arma contra las mujeres. Abogamos por una paternidad responsable y completa, y eso, al final, se llama custodia compartida.

CHEMA ESPADA
"No se ha entendido que el feminismo busca la igualdad y quiere potenciarnos" Antropólogo y trabajador social. 36 años. Fundó la web Heterodoxia de hombres pro feministas. Prefiere el término discriminación heterosexista a patriarcadoyconfiesa adeudarlo todo al feminismo. "Habría sido muy difícil tomar conciencia y comprender nuestras experiencias sin él". Reacio aún a las organizaciones mixtas - "los hombres hemos de trabajar entre nosotros para que un cambio repercuta a nivel general"-considera que los cambios pasan por que los hombres puedan sentirse bien como hombres sin necesidad de tener el poder y control económico. "Estar en el paro y dependiendo de una mujer se vive todavía como un cuestionamiento de la masculinidad". La crisis de la construcción en Almería y el mayor paro masculino llevará a más adicciones y violencia de género como no se trabaje en los hombres la gestión emocional del fracaso, vaticina.

"Se ha tardado mucho en consultar a las asociaciones de hombres. ¿A qué esperaba el Gobierno para usarnos? Hoy los hombres están en fase reactiva, diciendo que las mujeres se han pasado. No han entendido que el feminismo está por la igualdad y busca potenciarnos. No dejan de verse como víctimas y pretenden que ellos no están ideologizados. Dicen que son neutrales: ¡ni machismo ni feminismo, igualdad!, sueltan. Tenemos una serie de actitudes adquiridas por tener que demostrar que somos hombres, y no ven que igual nos va mejor sin esa necesidad de ser importantes e ir con los cojones por delante. Y eso es lo que quiere el feminismo".

Maricel Chavarría
www.lavanguardia.es

«Siete de cada diez agresores a los que se trata no reconocen su delito»


CARLOS SAN MARTÍN MÉDICO SEXÓLOGO
«El nivel de abandonos del programa es bajo», dice el experto. /DM

El coordinador del 'Programa Senda' en la región dice que la mayoría responsabiliza a su víctima de «exagerar o de ser injusta»


«Sólo un 30% de los agresores a los que estamos tratando reconocen su delito inicialmente, en el momento de la evaluación». El dato lo da el coordinador del Programa Senda en Cantabria, el médico y sexólogo Carlos San Martín, que añade que «el resto, o sea, siete de cada diez hombres condenados por maltrato, no tiene ningún grado de reconocimiento de lo que ha hecho. En general, culpabiliza a la víctima» o echa balones fuera, diciendo que su situación «es injusta o que se han exagerado los hechos» que le han llevado hasta el citado programa.

Éste se puso en marcha con el inicio de 2008, con el objetivo de dar respuesta a un imperativo legal de la Ley Integral para la Prevención de la Violencia contra las Mujeres, en la que se establece que los jueces darán a los condenados la alternativa de «rehabilitarse» por medio de un programa educativo específico.
En Cantabria, el 'Senda' echó a andar en abril gracias a un convenio firmado entre el Gobierno cántabro y el Ministerio del Interior. Se ha centrado en el tratamiento de 36 hombres que, durante un año, deben asistir de forma obligatoria (acudir les puede librar de ingresar en prisión si no tienen antecedentes penales) a sesiones individuales y grupales.

Los destinatarios actuales de la iniciativa tienen una media de edad de 41 años. El más joven cuenta con 25 y el mayor, con 64. Son personas de toda clase social y cualificación profesional: lo mismo hay agresores de baja formación que universitarios o técnicos medios. Un 77% de ellos tiene hijos y prácticamente el mismo porcentaje tiene en vigor una orden de alejamiento de quien fuera su víctima. Además, un 63% de los hombres que siguen actualmente el tratamiento no se han vuelto a emparejar.

Al hacer un primer balance, San Martín cree que hay motivos para ser optimista, «pero con mucha, mucha, moderación», subraya. Le invitan a ser positivo dos datos concretos: está siendo muy bajo el nivel de abandonos del programa terapéutico (el 83% de los usuarios sigue en el mismo) y, tras varios meses de sesiones, seis de cada 10 usuarios han recibido en el último trimestre un informe favorable a su evolución. «Es decir, se están viendo cambios de actitud en los agresores».

Estos cambios están relacionados con la «progresiva aceptación» de que se tiene un problema, primer paso para «responsabilizarse de su conducta violenta». «Todavía es escasa la aceptación y, sin dar este salto en la percepción, son incapaces de empezar a poner soluciones», explica el experto.
El trabajo del equipo que lleva adelante el plan de 'reeducación' consiste en ir desmontando el conjunto de ideas machistas de los agresores, que les lleva a creerse superiores a sus mujeres y, de ahí, al maltrato. «Las creencias culturales están muy arraigadas, en todo lo que se refiere a estereotipos, roles de género, el puesto de poder que ocupa el hombre... Es complicado hacerles ver que detrás de este conjunto de ideas preconcebidas está la violencia».

Habilidades sociales
En las sesiones se trabaja, por otro lado, la mejora de habilidades sociales, el aumento de la autoestima o la capacidad para detectar cuándo se pone en marcha la espiral de la violencia. «Hay que enseñarles a autocontrolarse y, sobre todo, hay que ofrecerles alternativas a la violencia. Porque su experiencia es que, por medio de una agresión, el problema que ellos tienen se soluciona primero que de cualquier otra forma».

San Martín también se muestra cauto a la hora de extraer conclusiones porque, según asevera, «estamos hablando de programas novedosos y pioneros», que no se habían experimentado antes en España. «Yo creo que en Cantabria se está haciendo bien, porque los profesionales estamos teniendo libertad para trabajar por parte de la Administración. Aunque también es cierto que tenemos mucho que aprender».

A sus ojos, es muy de valorar el seguimiento que se hace de los maltratadores, desde el momento en que está garantizado el contacto directo y constante «y esto nos permite dar una señal de alarma al sistema judicial si vemos alguna situación que puede derivar en peligro para la víctima».


VIOLETA SANTIAGO
www.eldiariomontanes.es

Los juzgados de Santoña, San Vicente y Laredo condenan a todos los enjuiciados

Imagen de una de las últimas manifestaciones celebradas en Santander con motivo del Día contra la Violencia de Género. / DM

En 2007, en Cantabria, el 70% de los hombres que se sentaron en el banquillo acusados de violencia sobre la mujer fueron hallados culpables


En Cantabria, el 70% de los hombres juzgados por haber ejercido violencia contra las mujeres son hallados culpables. El porcentaje corresponde a 2007 y revela que ese año, en general, hubo un 16% menos de condenas que en el año precedente. Y en esta comunidad autónoma se da una circunstancia especial: hay tres partidos judiciales (los de Santoña, San Vicente de la Barquera y Laredo) en los que se castiga a todos los denunciados.

En estos tres juzgados, ingresaron 151 casos de violencia de género, (60 en Santoña, 24 en San Vicente y 67 en Laredo) del total de 1.197 que se vieron en los ocho partidos de la región. A diferencia de los anteriores, en los juzgados de Medio Cudeyo, Reinosa, Torrelavega y Castro Urdiales, se condena y se absuelve casi por igual: entre el 50% y el 60% de los hombres que se sientan en el banquillo acaban con sentencia en contra. Y en Santander, el partido judicial que más denuncias registra, se culpa a un 73%.

Esta información está recogida en el último informe en el que los Gobiernos de la nación y el regional hacen balance de la 'Ley Integral para la Prevención de la Violencia contra las Mujeres y la Protección de sus Víctimas', en el que también se evidencia que no se corresponde con la realidad la creencia de que la mayor parte de las maltratadores son extranjeros.

85% de españoles
En ese ejercicio, eran nacionales el 85% de los enjuiciados. Y existen grandes diferencias entre zonas judiciales: por ejemplo, en San Vicente de la Barquera, el 100% de los denunciados fueron españoles. Sin embargo, en Santander, Medio Cudeyo o Castro Urdiales más del 20% de ellos son foráneos.

El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial registró en la región un total de 1.197 delitos. El 64% de los mismos correspondió a asuntos de lesiones, que en todos los partidos judiciales es el más numeroso, seguido de los delitos contra la libertad. Aunque además se registran delitos contra la integridad moral de las mujeres, contra su libertad sexual y contra los deberes familiares.

Por otro lado, el 97% de las órdenes de protección fueron dictadas judicialmente a instancias de las propias víctimas, si bien se dan diferencias entre partidos: en Santoña, sólo el 83% de las maltratadas pidió protección, frente al 94% que lo hizo en Torrelavega o el 99% que lo hizo en Santander. Cuando los juzgados resuelven a favor de la demandante, algo que sucede en el 82% de los casos, casi la mitad de las medidas que se adoptan son de alejamiento del agresor, mientras que otro 30% se centra en prohibir la comunicación. En 2007, estaban vigentes en la región un total de 901 medidas de protección de tipo penal. Ese año, se encarceló a cinco hombres, a otros 143 fueron sentenciados a no volver al lugar donde cometieron el delito y a seis se les suspendió el derecho a tener armas.

Relación con el agresor
Los datos establecen que el 61% de las víctimas mantenía una relación con el denunciado cuando se produjeron los hechos motivo de juicio. El 39% restante había roto ya la relación. Y, de nuevo, se ven grandes diferencias entre partidos judiciales. En el de Castro Urdiales, sólo un 53% de las víctimas se relaciona con el denunciado en el momento de hacer público su caso, mientras en Reinosa, el 93% de las mujeres mantiene la relación .

Mujer que pide ayuda
El informe radiografía el sistema de asistencia y acogimiento para víctimas, en el cual entre abril de 2007 y marzo de 2008 se asesoró a 372 nuevas mujeres, además de que se continuó el seguimiento de 734 que ya utilizaban estos servicios en años anteriores.

La edad media de la usuaria es de 39 años, uno menos que en el informe anterior, y los únicos intervalos de edad que se incrementan son los que corresponden a las mujeres menores de 30 años, que en 2007 representaban un 28% del total y que hace cuatro años sólo suponían el 20%. Más de la mitad de las usuarias está entre 31 y 50 años.

Por otro lado, se ha visto que el 81% de las féminas que piden ayuda vive en los 11 municipios con mayor número de habitantes de Cantabria. Se observa, también, un incremento de las mujeres de municipios rurales: han pasado de representar el 4% a ser el 7%.
Finalmente, las destinatarias tienen un mayor nivel de estudios que las de años anteriores y el 57% de las usuarias está trabajando cuando acuden a pedir ayuda.

VIOLETA SANTIAGO

www.eldiariomontanes.es