22 de noviembre de 2008

Afammer pide que se revise la Ley Contra la Violencia de Género


La presidenta nacional y provincial de Afammer, Carmen Quintanilla
Quintanilla destaca que las mujeres, sobre todo en las zonas rurales, se sienten desprotegidas
“Mucha publicidad y poca efectividad”, así valoraba ayer la presidenta nacional de la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural, Afammer, Carmen Quintanilla, la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
En lo que va de año ya son 60 las mujeres que han muerto a manos de sus parejas o ex parejas, trece de ellas habían denunciado a sus agresores por malos tratos y diez tenían algún tipo de medida de protección.
“Sin embargo han muerto”, decía Quintanilla. Por estos motivos, Afammer pedirá de forma activa en la conmemoración del Día Internacional contra la Violencia de Género que se revise la Ley, puesto que “el número de víctimas mortales no ha disminuido” durante los tres años que lleva en vigor la normativa.
Quintanilla destacaba que las mujeres, sobre todo en las zonas rurales, se sienten desprotegidas, por ello solicitan “compromisos claros” para acercar la asistencia a mujeres maltratadas a todos los municipios de España. En este sentido, reivindican que se incrementen las partidas presupuestarias destinadas al desarrollo de la Ley para que se puedan ampliar los recursos judiciales, policiales, de atención y protección a las víctimas.
Afammer difundirá un manifiesto que se leerá el día 25 de noviembre coincidiendo con la efeméride. En él también se refleja la necesidad de que se elabore un estudio que analice la incidencia real de los malos tratos sobre la mujer rural.Igualmente, la asociación cree imprescindible que se ofrezca una mayor formación a los profesionales que intervienen en el proceso de cara a la detección y prevención de la violencia sobre la mujer y que se preste mayor atención a los menores “víctimas invisibles” de esta situación de violencia.
Afammer celebrará actos en toda España para concienciar a la población sobre esta “lacra social” con diferentes actividades. En La Rioja por ejemplo se repartirán 3.000 flores, en las calles de Navarra se entregarán ejemplares del manifiesto y en Barcelona se organizará un encuentro llamado “Mujeres y salud”.
En Castilla-La Mancha el acto central tendrá lugar en Guadalajara donde se celebrarán unas jornadas en las que participarán magistrados, fiscales, policías y psicólogos que analizarán el problema bajo el título “La Violencia de Género: un problema de todos”. En Ciudad Real, el próximo lunes instalarán en la Plaza Mayor una mesa informativa.

Sanroma pide el apoyo de todos contra los malos tratos

La directora del Instituto de la Mujer, Ángela Sanroma, incidió ayer en el papel decisivo que juega la sociedad en la lucha contra los malos tratos con la frase «plantémosle cara a la violencia de género y hagámoslo todos juntos».

Sanroma hizo estas manifestaciones durante la inauguración oficial de la nueva sede del Centro de la Mujer de Toledo, ubicado en la calle Alemania, donde estuvo acompañada por el alcalde de la ciudad, Emiliano García-Page; el subdelegado del Gobierno en Toledo, Francisco Javier Corrochano; el delegado de la Junta en Toledo, Fernando Mora; la responsable del Instituto de la Mujer en Toledo, Alicia Moreno, miembros de la Corporación municipal y las trabajadoras del centro de la mujer.

Este Centro de la Mujer, como el resto de los 85 centros que conforman la Red, «ha preparado un completo programa de actividades para conmemorar el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujer y sensibilizar a la sociedad castellano-manchega para que plante cara a la violencia de género», informó la Junta.

«Combatir la violencia y la defensa de la dignidad de las mujeres marca el trabajo día a día del Gobierno regional», manifestó Sanroma, quien recordó que es necesario el compromiso conjunto de toda la sociedad para acabar con la violencia de género y hacerla frente desde la tolerancia cero ante cualquier comportamiento machista.

«No más tolerancia ante forma alguna de violencia contra las mujeres, no más tolerancia ante los maltratadores», afirmó la directora, quien prosiguió señalando que todos y todas «debemos estar con las víctimas y con las leyes».

El Centro de la Mujer, gestionado por el Ayuntamiento, ha atendido desde el mes de agosto, cuando empezó a funcionar la nueva sede, más de 600 consultas de mujeres.

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De la Vega dice que la violencia machista es una manifestación de la sociedad patriarcal


La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró hoy que la violencia que sufren las mujeres es la manifestación más tenebrosa de una sociedad patriarcal que se ha basado en la dominación, y consideró que las cosas no han cambiado lo suficiente.
María Teresa Fernández de la Vega se expresó de este modo en un coloquio con la cantante y actriz Ana Belén con motivo del debate con el que concluye la sexta edición del ciclo 'El mundo que queremos', organizado por CajaCanarias, y recordó que durante siglos ha estado justificado que se pegase a las mujeres.
Algo se ha avanzado, reconoció la vicepresidenta, quien destacó en este aspecto que cada vez más mujeres denuncian los malos tratos y comienza a haber una rebelión contra los maltratadores, y comentó que para cambiar más se precisa mucha más educación en la sociedad.
María Teresa Fernández de la Vega opinó que la violencia machista es lo más lacerante que sufre la sociedad y supone un déficit democrático.Ana Belén relacionó la violencia machista con la educación y reconoció que es difícil reeducar a una sociedad para hacer cambios.
A juicio de Ana Belén es posible que a medida que ha ido en aumento la igualdad y la libertad de las mujeres los hombres sintiesen que tenían menos poder, a lo que la vicepresidenta contestó que las mujeres no quieren el poder para ocupar el lugar de los hombres, sino compartirlo.
Una sociedad sin violencia es una utopía, pero una utopía necesaria, dijo María Teresa Fernández de la Vega, quien opinó que sólo se consigue lo posible si se aspira a lo imposible.Para la vicepresidenta es importante conocer la historia para no repetirla, y cuesta mucho avanzar hacia la libertad, mientras que es muy fácil retroceder.

El 65% de los estudiantes sufre o conoce la violencia machista en el ámbito universitario

El 65% de los estudiantes conoce o ha padecido alguna situación de violencia machista en el ámbito universitario, según los resultados de una encuesta efectuada entre 1.080 alumnos de las universidades públicas de Barcelona, Murcia, País Vasco, Sevilla, Valladolid y Castellón.
Además, el 92% de los 1.083 encuestados (hombres y mujeres) desconoce si su universidad dispone de algún servicio específico al que recurrir en caso de ser víctima de una agresión machista, si bien el 85% reclama que lo haya.

El estudio fue efectuado en 2007 por el Grupo de Mujeres CREA:SAFO de la Universidad de Barcelona, con el apoyo del Instituto de la Mujer, y se complementa con charlas con estudiantes sobre su vida cotidiana, entrevistas con profesorado y personal de administración y servicios, investigaciones internacionales y análisis de medidas en universidades extranjeras.
La investigación, que forma parte del Plan Nacional de I+D+i 2004-2007, ha dado lugar a la Guía de Prevención y Atención de la Violencia de Género en las Universidades, ha expuesto Esther Oliver, investigadora de CREA:SAFO.

Entre los encuestados, el 86% cree necesario que este asunto se trate en alguna asignatura de la carrera o en debates como charlas, jornadas y seminarios.
Los estudiantes que sufren o conocen casos en la universidad identifican actitudes como agresiones físicas y sexuales, violencia psicológica, presiones para mantener relaciones afectivo-sexuales, besos y caricias sin consentimiento, sensación incómoda o temerosa por comentarios, correos electrónicos, notas o llamadas, difusión de rumores sexuales y comentarios sexistas.

La encuesta pregunta también qué se considera violencia de género en una relación de pareja. Al 33% no le parece que lo sea exigir saber dónde y con quién está la otra persona; el 27% dice que no lo es criticar o menospreciar lo que hace, y el 26% cree que no lo es hacer observaciones desagradables sobre su apariencia física.
El 22,5% no considera violencia machista impedir que la mujer hable con otras personas; el 21% indica que no lo es imponer la manera de vestirse y comportarse en público; y el 20% no lo considera que se la persiga insistentemente.

Políticas de prevención
La guía citada propone políticas institucionales de las propias universidades para prevenir y actuar en estos casos, como ya ocurre en Oxford y Cambridge (Reino Unido) y Harvard (EEUU), donde existen planes de acción que incluyen formación y sensibilización.

"Dentro de esta política se regulan medidas disciplinarias tanto para los casos verificados de acoso sexual como para las acusaciones malintencionadas", explica la guía. Las oficinas de denuncia, otras de las medidas, se dedican a la resolución de conflictos y suelen coordinar los diferentes programas de prevención y atención de las agresiones y acoso sexual.

"Tal vez esa oficina podría cumplir esta doble función. Una, la de recibir y canalizar denuncias, y otra, conjuntamente, la de desarrollar planes formativos, pedagogía, difundir o facilitar material reprográfico, películas, canciones", según comenta uno de los profesores entrevistados en el estudio de CREA:SAFO.

Para potenciar la visibilidad y el conocimiento de la oficina se propone una amplia campaña de difusión dirigida a toda la comunidad universitaria, para que ésta acabe siendo un espacio familiar y normalizado.

Asesores preparados adecuadamente, folletos y documentación, paginas web y grupos y asociaciones de difusión de la igualdad y de prevención de la violencia y la discriminación son otras de las medidas para "desarticular las estrategias de dominación masculina perpetradas por la universidad como institución".

La guía apunta a que se dé prioridad a actividades de prevención basadas en la identificación de las situaciones reales de violencia de género, "ante las que se ha de romper un ambiente de permisividad, normalización y silencio".

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