17 de octubre de 2008

Miedo a denunciar


Los trabajadores panameños muy poco presentan las quejas contra sus empleadores al sentirse hostigados. El obrero puede renunciar justificadamente y luego ir a los tribunales a defender su caso.
El temor, la falta de información y el proceso legal luego de presentada la queja son los factores que contribuyen a que el trabajador panameño no denuncie el acoso laboral.
En Estados Unidos y Europa este tema se plantea en los niveles normativo y doctrinal solo desde hace 15 años. Mientras que en Panamá, las denuncias se pueden presentar ante los tribunales laborales.
“El acoso laboral o el mobbing no es más lo que los panameños hemos denominado ‘velártela’. Esta discriminación puede surgir por la raza, el sexo, las condiciones sociales y gremiales”, explicó Carlos Ayala Montero, director ejecutivo de la Academia Panameña de Derecho al Trabajo.
Ayala enfatizó que en Panamá, debido a que casi no se ha tratado este problema –ni individualmente ni colectivamente–, simplemente se dejaba pasar, no hay jurisprudencia.
LEGALIDAD
“Hay muy poca jurisprudencia en Panamá sobre este asunto, es decir, que los trabajadores no tienen la costumbre de denunciar y tampoco existen los canales legales ni las instituciones adecuadas para plantear las quejas”, reiteró.
Luego de consultar en el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) se comprobó que efectivamente casi no se presentan las denuncias sobre acoso laboral.
Rodolfo Stanziola, director general de Trabajo del Mitradel, dijo que en sus oficinas muy poco se presentan este tipo de acusaciones contra el empleador.
RENUNCIA
Stanziola explicó que los trabajadores, víctimas del mobbing, pueden presentar una renuncia justificada y posteriormente presentar una demanda por acoso laboral en los tribunales laborales.
“Con tu renuncia justificada no quedas indefenso, es como el primer paso para ir a los tribunales”, añadió.
En este proceso le corresponderá al obrero comprobar que fue hostigado y menospreciado mediante la presentación de testigos.
En tanto, Julia Suira, secretaria del Sindicato de la Industria Textil, recordó que en Panamá se ha avanzado un poco en proteger a los panameños contra el acoso laboral, sobre todo a la hora de negociar las convenciones colectivas. “El obrero vive temeroso y esto le causa estrés y problemas familiares”, dijo.
Manuel Vega Loo

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