2 de mayo de 2009

El acoso en el trabajo, ‘muy difícil de probar’

Los problemas para comprobar en el juzgado los casos de ‘mobbing’ hacen que haya pocas denuncias

’Muy difícil de probar’. Así califican desde fuentes judiciales el acoso laboral. Una situación que, según algunas encuestas, se incrementa año tras año pero que, sin embargo, no tiene su reflejo en las estadísticas judiciales. Y es que la incredulidad por parte de los compañeros de las víctimas y la dificultad para probar un acoso que suele quedar entre el acosador y la persona que lo sufre son algunas de las causas de que todavía se denuncie poco o se tramite por otras vías.

Los expertos dicen que el acoso moral en el trabajo sufre una tendencia al alza que se refleja en las encuestas -en torno a un 15% de la población laboral en 2005- pero no en los juzgados. Y es que, como señala la abogada Virgina Villar, ‘el acoso laboral es una situación que existe pero que presenta unos perfiles que son muy difíciles de probar ya que genera una situación emocional en la víctima que lleva a la incredulidad por parte de sus compañeros. La persona acosada se resiente y cuando es capaz de verbalizar lo que le ocurre, su afección emocional hace que lo diga de tal manera que es cuestionada’.

Por ello, según fuentes judiciales, las denuncias que llegan a los juzgados no reflejan la realidad, pues en los casos en que el acoso laboral desemboca en despido se abordan como tal. Es más, ‘algunas veces la víctima incluso prefiere que se resuelva el caso por otra vía, ya que en muchos casos es una situación que se produce entre la víctima y el acosador y la primera no tiene la oportunidad ni de pedir la cuenta’, dice Virginia Villar. A su juicio, ‘todavía es muy difícil de probar’ una situación de estas características.

Villar considera que ‘en el caso de que la víctima sea una mujer, es todavía más difícil ya que en muchos casos suele tener el perfil de una proposición no correspondida. Cuando el superior se ve no correspondido, el acoso laboral es tremendo’.

Mal diagnóstico

El ‘mobbing’ está todavía mal diagnosticado porque algunos de sus síntomas son abordados como otras enfermedades, tales como depresión, estrés y ansiedad, entre otras. El acoso moral en el trabajo es un comportamiento que lleva a cabo actuaciones recurrentes que hostigan al trabajador. También puede producirse entre compañeros.

‘Decía que no valía para nada’

Fue sólo un instante pero cambió su vida y la de su familia. Hacía 11 años que Yolanda R. trabajaba en una empresa del sector textil. Hasta ese momento todo había sido normal y era encargada de sección. El cambio se produjo cuando su jefe la llamó para abordar un problema y ‘me declaró su amor. Intentó besarme y me dijo que le gustaban mis ojos, mis labios...’. Cuando dijo ‘no’, su suerte en la empresa estaba echada.

Lo que ella denunció después como acoso no tardó en llegar. ‘Me llamaba a su oficina y me decía que no valía para nada, todo para machacarme. Me enfrentó a mis compañeros y había una persona en la empresa, amigo suyo y que estaba en situación irregular, que me controlaba y me cerraba las puertas con llave para que no pudiera coger los trabajos que tenía que hacer’. La situación se hizo insostenible y Yolanda R. pidió la baja voluntaria al ‘no aguantar la presión a la que él me sometía’.

Han pasado tres años y medio desde entonces y ella no logra superarlo. ‘No me siento capacitada para trabajar, tengo miedo a otro jefe. Siempre he creído en la gente pero ahora no confío en nadie’, dice. En este tiempo, ella y su familia se han sentido solos contra el acosador. ‘Vas a la Justicia y no hacen nada, ves que las cosas en las que creías son un asco y te quedas con la sensación de que, si tienes poder, puedes salir impune’. Aun así, sigue su lucha para que sea un juez el que ratifique que ha sufrido acoso laboral. Una situación difícil de demostrar cuando tus compañeros te dan la espalda. Pero ella lo tiene claro. Le basta ‘con que lo reconozcan y pidan perdón’.

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