26 de julio de 2008

"No se quiere dar una imagen real de la violencia de género en las aulas"

"No se quiere dar una imagen real de la violencia de género en las aulas"
La Universidad de Verano de Adeje, que cerró ayer sus puertas, aborda el papel de la escuela en la prevención de la violencia machista y en la promoción de relaciones de género.

Existe unanimidad casi absoluta respecto a que la violencia de género es un comportamiento que se aprende. En muchas ocasiones, ese aprendizaje se desarrolla en la propia escuela, no de forma explícita o directa, pero sí por omisión, dado que "al no atenderla, la estás permitiendo". Quien defiende esta tesis es Fernando Barragán, profesor titular del Departamento de Didáctica e Investigación Educativa de la Universidad de La Laguna, quien participó en la última jornada del curso "La nueva masculinidad", enmarcado en la XVI edición de la Universidad de Verano de Adeje, clausurada ayer.

Barragán considera que la violencia de género en las aulas "se oculta porque no se quiere dar una imagen real de lo que pasa". Este experto asegura que en las clases se dan "numerosos comportamientos de violencia que podríamos denominar leve, aunque ninguna violencia lo es". Asimismo, dice tener constancia de amenazas sexuales hacia docentes por parte de estudiantes en institutos de las Islas. Con el objetivo de reducir estas manifestaciones, Fernando Barragán ha coordinado proyectos educativos impulsados por la Comisión Europea, con la colaboración del Gobierno regional y el Instituto Canario de la Mujer, que consiguieron disminuir en un 75% las expresiones habituales de violencia en el aula. "Hay que continuar trabajando en esta línea y hacer entender a los niños que para conseguir algo no es preciso emplear la violencia y que existen la ternura y formas de mediación y comunicación". La labor auspiciada por la Unión Europea ha abierto, según Barragán, "una línea de cambio importante".

Para atajar estos comportamientos es necesario hacerlo desde la infancia, ya que en la actualidad se está constatando que "los niños pequeños saben utilizar la violencia contra los adultos". Este fenómeno responde, a juicio del profesor de la ULL, a la "excesiva flexibilidad" hacia estos menores, a los que hay que enseñar que "las normas no se negocian".

La implicación de las familias en este proceso es fundamental, pero complicada, advierte Barragán. "Durante dos años -relata- trabajamos con 3.000 profesores y cerca de 10.000 alumnos. ¿Cómo trabajar también con los padres? Es difícil, pero hay que hacerlo".

A juicio de Fernando Barragán, a los centros de enseñanza no les corresponde trabajar con la violencia del exterior, pero sí con su reflejo en el aula. De esta manera, deberían afrontar los procesos mediante los que se legitima la violencia de género, caso de la transmisión de imágenes mediante los medios de comunicación o las doctrinas religiosas, una parte de las cuales "defiende la violencia, y eso no se aborda en la escuela". Sobre la Iglesia Católica, aunque precisó que "no es la peor", la calificó de "misógina" y tolerante con la violencia.

El profesor de la ULL quiere dejar "absolutamente claro" que la violencia de género no es producto de una educación sexual deficiente o desequilibrada, sino simplemente "un ejercicio de poder que usa la sexualidad como vehículo, de la misma forma que puede usar otros". Una "estrategia de futuro" mediante la que contribuir a erradicar las desigualdades es, según Barragán, "la defensa de la bisexualidad. Nacemos bisexuales, y quien viva la heterosexualidad de forma exclusiva, se está perdiendo su otra mitad".

EL DIA.es
MIGUEL GÓMEZ, Adeje

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