Alrededor de 36.000 trabajadores de Castilla y León sufren acoso laboral, lo que supone un 3% de los 1,2 millones de personas dadas de alta en la Comunidad. Sin embargo y según los datos difundidos por UGT, los casos conocidos de 'mobbing' en la región son muchos menos, ya que sólo se judicializa el 1,1% de ellos. Por ello es complicado conocer las cifras reales y las que hay son estimaciones de informes elaborados para poder ofrecer información en la labor preventiva.
La central ha presentado en Salamanca una campaña a nivel nacional para informar, ayudar y prevenir a los trabajadores sobre el acoso laboral, un problema que según los dirigentes sindicales, "es mucho más habitual de lo que se conoce". El sindicato ha puesto en funcionamiento diversos gabinetes psicológicos en Valladolid, Ávila, Zamora y León, que tienen como objetivo formar acerca del hostigamiento laboral por parte de compañeros o superiores o mobbing y luchar contra él ayudando a los trabajadores que lo sufran tanto psicológicamente como judicialmente.
Una persona que sufra acoso laboral durante más de seis meses, que es el periodo de tiempo en que empieza a considerarse dañino, puede sufrir alteraciones de sueño, sensaciones continuas de cansancio, dolores de cabeza o mareos. Son sólo algunas de las molestias que puede acarrear una situación que según estudios europeos, sufren un 3,5% de los trabajadores en España, media algo inferior a los datos europeos, que indican que un 4% de los las personas sufren mobbing en el ámbito profesional.
El secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente la FSP de UGT de Castilla y León, Antonino Delgado, afirmó que "el acoso laboral es un problema real y es necesario trabajar para que quienes lo sufran estén informados y sepan cómo combatirlo". Por ello UGT pone en marcha una campaña dirigida a esos objetivos desde dos vertientes fundamentales: la terapéutica, destinada a ayudar a quienes sufran este hostigamiento y a solucionar su problema, y la preventiva, ya que un trabajador informado es menos vulnerable a este tipo de acoso.
El secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente la FSP de UGT en Salamanca, José María Sánchez, subrayó que "las cifras que revelan los estudios son impresionantes, lo malo es que no se conocen los casos reales". En Salamanca, se calcula que unos 3.000 trabajadores sufren acoso laboral, pero muy pocos se atreven a denunciarlo.
El acoso laboral es más habitual en las administraciones públicas, pero también lo hay en el ámbito privado, y tiene mayor incidencia en los sectores de la sanidad y la educación, ya que algunas de las condiciones de trabajo de estos entornos facilitan su proliferación, como las características particulares de los turnos de trabajo, la concentración de muchas personas en espacios limitados y la convivencia más intensa. También es habitual en grandes empresas y pequeñas administraciones locales, donde se lleva a cabo una defensa de la jerarquía existente.
Los datos indican que quienes más sufren el hostigamiento laboral son mujeres menores de 45 años, normalmente con un nivel educativo superior. Delgado informó de que "este tipo de acoso moral se da normalmente en empresas donde no están bien definidas las labores de cada persona ni los puesto de trabajo, donde hay directivos mediocres o trabajadores que no tienen una buena formación".
Vergüenza
"La mayor dificultad es que quienes tienen este problema lo pasan realmente mal, se culpabilizan a sí mismos y no denuncian. Sienten vergüenza de contar lo que les pasa y la situación se va agravando hasta que terminan cogiendo la baja. Muchos acaban separándose de sus parejas", apuntó Sánchez.
Una encuesta nacional de condiciones de trabajo realizada en 2006 por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo analizó la exposición a conductas de acoso psicológico y sintomatologías, y determinó que de los trabajadores expuestos a conductas de acoso, un 41% dormía mal o tenía la percepción de estar emocionalmente agotado, mientras que un 39% tenía sensación continua de cansancio y se notaba tenso e irritable. Dolores de cabeza, mareos, olvidos y bajos estados anímicos son otros de los síntomas que tienen las personas que sufren hostigamiento moral en el campo laboral.
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