5 de noviembre de 2008

Dacia Maraini publica «Voces», una descarnada novela contra el maltrato

Dacia Maraini, una de las grandes voces de la literatura, publica «Voces» (Herce Editores), una novela trepidante, descarnada, que da voz a las mujeres que desgraciadamente sufren el terrorismo doméstico, el maltrato, la violencia de unos verdugos que hay que barrer y erradicar de la sociedad.
La novela, que para Dacia es como el aire que respira, versa sobre la investigación de una periodista que intenta descubrir quién asesinó a su joven vecina. Inspirada en la realidad, Dacia Maraini denuncia que «la violencia no es un hecho intrínseco del hombre varón; el maltrato a la mujer es un hecho cultural.
Los hombres llegan a la violencia porque cuando más se reconocen en el ideal de la virilidad más descontentos están : su ideal salta en mil pedazos».


Sostiene Maraini que «la violencia se da en cualquier clase social, porque la persona que ve que sus privilegios están mermados reacciona con la frustración, y la frustración lleva a la violencia. Y estos se da en todas las clases, también en las consideradas como cultas.

Un ejemplo muy claro lo hemos tenido recientemente en Italia, donde un director de teatro mató a su mujer, que quería dejarle. La cortó en pedazos, la puso dentro de unas bolsas de basura y la tiró al contenedor».

La Iglesia y la familia
En «Voces» Maraini da voz a aquellas voces «que no denuncian porque tienen miedo o porque consideran que se trata de hechos privados. Son voces difíciles de interpretar. En Italia el 91 por ciento de los maltratos no se denuncian». ¿Qué ha cambiado hoy en las relaciones entre hombre y mujer? «Desde el punto de vista legal, mucho -responde-, y para mejor, porque ahora en los países de la Unión Europea existe la paridad legal. Aunque a un nivel más escondido en la sociedad todavía sigue vigente la discriminación. Hay mucha incomprensión y falta de entendimiento en la relación entre los sexos». La solución, para Maraini, pasa por «la claridad, la sinceridad y el respeto recíproco. La iglesia y la familia no deben insistir en que los hombres son seres superiores y que las mujeres deben de comprender, aguantarse y someterse. La televisión, los cómics, los periódicos... tienen que plantearse de otra manera sobre el rol de los géneros».

ANTONIO ASTORGA
www.abc.es

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