20 de agosto de 2008

El alcalde tránsfuga de Valle Gran Rey, denunciado por abuso sexual


El alcalde tránsfuga de Valle Gran Rey, Ruymán García, ha sido acusado por abuso y acoso sexual, chantaje emocional, chantaje laboral y engaño ante el puesto de la Guardia Civil del municipio por una trabajadora municipal. Se trata de Ágata González, encargada de programar actividades lúdico-festivas, quien relató ayer a ABC cómo se sucedieron los hechos que la llevaron a radicar la denuncia el jueves 14 de agosto ante el Instituto Armado.
El alcalde tomó posesión el 22 de julio pasado -tras una moción de censura contra el anterior primer edil, Esteban Bethencourt-, apoyado por el Partido Socialista (PSOE) y después de abandonar el grupo municipal de Coalición Canaria (CC), las siglas por las que había sido elegido en mayo de 2007. ABC intentó ayer en varias ocasiones ponerse en contacto con García, pero resultó en vano.
Desde hace seis años, Ágata González, de 26 años de edad y madre de dos niños, pertenece al personal laboral del Ayuntamiento y es responsable del desarrollo de actividades como la formación de un grupo de baile o comparsa que aglutina a más de cien personas de distintas edades, desde niños hasta ancianos del municipio. La tarea desempeñada por esta profesora de baile comienza en el mes de septiembre y finaliza con la llegada del verano, el 30 de junio.
Ante el cambio de gobierno en el municipio, González confiaba en que se mantuviera la relación laboral, ya que el propio García le había dicho que contara con el trabajo y que matriculara a sus hijos en el colegio del pueblo, teniendo en cuenta el comienzo del nuevo curso escolar.
Según señaló González, al percatarse de que «los días pasaban y cada vez el mes de septiembre estaba más próximo», se puso en contacto con el nuevo alcalde y le preguntó acerca de su trabajo, por lo que este la citó el 7 de agosto en su ciudad de residencia, Santa Cruz de Tenerife, en el Hotel Atlántida, a las once de la mañana, para hablar de su contrato. A la cita acudió acompañada de su marido y uno de sus hijos, que la esperaron en la calle.
Se encontró en el bar del hotel con García, quien la invitó «a tomar un cortado» y le pidió su opinión sobre la moción de censura en el municipio, según la profesora, que se excusó de opinar. «Le dije que yo de política no entendía y entonces me pidió que lo acompañara a una oficina que tenía en un piso superior, donde guardaba su agenda de trabajo», dijo.
Subió con él, pero grande fue su sorpresa cuando al abrirse la puerta vio dos jacuzzis, unas hamacas y una sauna. «Me sorprendí y él lo notó en mi cara porque le pregunté: ¿esto qué es? Me dijo que no me asustara y que me relajara». Tras ello, le dijo que lo acompañara a su habitación, a lo que González se negó.
«A partir de ahí, me cogió por los hombros y me empujó contra la pared... me empezó a lamer el cuello y me dijo un montón de cosas que yo jamás pensé que ese hombre supiera decir», relató González, todavía conmocionada. Ante su resistencia, aseguró que García frenó su afán posesorio, pero quedaba una amenaza: «Me advirtió que si hablaba sería mi palabra contra la de un alcalde».

TERE COELLO VALLE GRAN REY
ww.ABC.es

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