3 de noviembre de 2008

Detenido un jóven ovetense por agredir a su novia de 16 años

Tras el maltrato ambos simularon haber sido víctimas de un robo con violencia.
La chica se negó a denunciar y fue el padre de ésta quien consiguió una orden de protección para ella.

La Policía Nacional ha detenido en Oviedo a un joven de 20 años que tras maltratar a su novia menor de edad simuló haber sido víctima de un robo con violencia cuando se encontraba con ella, informa este Cuerpo.

El suceso ocurrió el pasado día 26 cuando la víctima, de 16 años, se personó con su padre en la Comisaría para denunciar un supuesto robo con violencia que habría sufrido ella esa madrugada cuando estaba con su novio y que como consecuencia del mismo tenía un fuerte golpe en la cara.

Según la declaración de la joven fueron abordados por un hombre armado con una navaja y por una mujer, quienes les exigieron que les entregasen todo lo que llevasen. Añadió que su novio se había enfrentado al hombre, recibiendo una fuerte patada, mientras que la mujer le agarró a ella de un brazo y le propinó un fuerte puñetazo en la cara.

Ante esto, su novio les entregó cincuenta euros y la pareja de ladrones se fue del lugar, según la joven. Inicialmente la joven no quiso denunciar el robo, pero cuando el padre le vio el hematoma insistió en dirigirse a la Comisaría.

Una hora más tarde se personó el novio, quien describió lo sucedido tal como había contado la joven. Lo primero que llamó la atención a los investigadores fueron las lesiones de la menor. Era visible un traumatismo en su ojo izquierdo que le había causado un hematoma y un edema en los párpados superior e inferior, así como un hematoma en el que se podía apreciar la marca de cuatro dedos en el brazo derecho, que tuvo que ser causado por una mano lo suficientemente grande y fuerte para ejercer ese tipo de presión, difícilmente coincidente con la de una mujer.
Sorprendentemente, el novio no presentaba ninguna lesión de la fuerte patada recibida.

Por otra parte, en la reconstrucción de los hechos que se llevó a cabo por separado, ambos dieron detalles que se contradecían con la denuncia inicial. Estudiado el expediente del novio, se comprobó que le constaban tres detenciones anteriores, una de ellas por malos tratos a una novia anterior.
Además, según el entorno familiar de la menor, no era la primera vez que llegaba con golpes a casa, si bien siempre los había justificado con accidentes en la calle, lo que había llevado a su padre a sospechar que su hija podía estar siendo maltratada por su novio, circunstancia que la menor negaba siempre rotundamente.

Tras analizar toda esta información la Policía detuvo al joven, ovetense con domicilio en Oviedo, como presunto autor de una simulación de delito y por malos tratos. A pesar de la negativa de la joven a formular denuncia contra su novio, manteniéndose en su primera versión, su padre, convencido de que su hija necesitaba la mayor protección posible para garantizar su integridad tanto física como psíquica, solicitó una orden de protección para ella, que le fue concedida.

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer decretó la libertad con cargos del detenido y dictó una medida de alejamiento de la menor y de su entorno más próximo.

La Jefatura Superior de Policía de Asturias recuerda la importancia de denunciar cualquier situación de malos tratos. Dentro de la Jefatura existen tres servicios de atención a la familia, ubicados en las comisarías de Oviedo, Gijón y Avilés, formado por policías especializados en el tratamiento de violencia de género y familiar. En el resto de comisarías, Pola de Siero, Langreo, Mieres y Luarca, los grupos de judicial se hacen cargo de la investigación de estos delitos, así como del asesoramiento de la víctima. En todos ellos, no sólo se tramitan las denuncias, órdenes de protección y la valoración del riesgo, sino que se proporciona información sobre todo el procedimiento de malos tratos y del resto de recursos e instituciones que trabajan conjuntamente para erradicar esta lacra social.

La investigación policial de los hechos relacionados con la violencia sobre la mujer o en el ámbito de la convivencia es especialmente escrupulosa y objetiva, a pesar de las grandes dificultades de distinta índole que se pueda tener, como en este caso, en que los hechos presuntamente trataron de maquillarse bajo la apariencia de otra conducta delictiva.

La Policía recuerda que el móvil último de la violencia no es producir daño, sino ejercer poder y control y por eso las armas fundamentales están en la presión y en la manipulación psicológica.

Al final, de lo que se trata es de doblegar la voluntad de la víctima y que ésta haga lo que el agresor quiere. No es inusual encontrarse con mujeres que niegan en un primer momento la agresión o que defienden incluso a su agresor, pero esto no es más que uno de los síntomas que pueden definir una situación de malos tratos. Suelen ser mujeres que se hacen dependientes y obedientes en una idea de amor y entrega mal entendida y pueden desarrollar una actitud similar a la descrita como "síndrome de Estocolmo".

EFE
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