16 de octubre de 2008

El PSE tramita la expulsión de su grupo en Iurreta del edil acusado de acoso

El PSE de Iurreta ha registrado ya en el Ayuntamiento de esa localidad vizcaína una instancia para expulsar de su grupo municipal al edil Fernando Borja Ulibarri, en libertad con cargos tras haber sido detenido el pasado domingo por la Ertzaintza acusado de un supuesto acoso sexual a una escolta femenina, a la que intentó besar cuando entraba en el portal de su casa en Iurreta. El edil niega las acusaciones.

La portavoz socialista en esa población del Duranguesado, María Ángeles Muñoz, precisó ayer a la agencia Efe que la documentación ha sido presentada a requerimiento del partido, que ya el pasado domingo solicitó al corporativo la entrega inmediata de su acta de concejal. Para que se haga efectiva la salida del grupo municipal socialista, el escrito deberá ser puesto primero en conocimiento del pleno del consistorio.

El PSE cuenta con tres de los once concejales que forman la corporación de Iurreta. La expulsión del grupo socialista no implica que Ulibarri deba abandonar el consistorio, ya que si no devuelve su acta de concejal podría permanecer el resto del mandato como edil no adscrito.

Muñoz ha explicado personalmente a Ulibarri la situación, aun reconociendo que la decisión de dejar el cargo de corporativo "es suya".

No entregará el acta
Ulibarri, de 57 años y padre de cuatro hijos, adelantó ayer que no piensa entregar su acta de concejal, ya que entiende que no ha hecho "nada". El concejal, quien desde el mismo domingo viene sosteniendo que la denuncia que propició su detención es "falsa" y fruto de un "montaje" de sus escoltas, mostró ayer su "confianza en la justicia" y lamentó ser objeto de un "juicio paralelo" en la calle.

El PSE y el concejal mantienen versiones enfrentadas sobre la situación de Ulibarri en el partido. Los socialistas aseguran que acudió a las elecciones municipales de mayo del año pasado como independiente en sus listas, mientras que el edil acusado de acoso sostiene que se afilió seis meses antes de esos comicios.

Ulibarri se quejó ayer de que, tras su arresto, ningún representante de la dirección socialista le haya telefoneado para conocer su versión de los hechos o incluso para pedirle que entregue el acta de edil. "Todos los partidos actúan de la misma forma: cuando ven una cosa rara, se desentienden", dijo.

"Quienes me conocen saben que lo que tengo en esta vida es el honor, el honor de pertenecer al partido socialista y, como obrero que soy, también al sindicato UGT", concluyó.

ELPAIS.com

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