Las respuestas institucionales para enfrentar la violencia doméstica no tienen la profundidad necesaria para ayudar a las víctimas, prevenir este flagelo, sancionar a los responsables e incidir en la producción de cambios culturales que desplacen los rasgos machistas que están en la raíz de la proliferación de hechos abusivos que se cometen en el interior del hogar.
Ante estas carencias, resulta positivo que la Corte Suprema de Justicia inaugurara la Oficina de Violencia Doméstica, la cual asistirá médica, psicológica y jurídicamente a las víctimas del maltrato físico o psicológico causado por un familiar.
Además, el equipo hará peritajes en los procesos judiciales. Esta oficina brinda sus servicios a toda hora, todos los días del año, lo cual significa que las y los vecinos de Capital tendrán facilitado el acceso a una ayuda especializada y a la Justicia. Sería razonable que esta iniciativa se pueda aplicar al conjunto de jurisdicciones del país.
Pero aun así se seguirá notando la falta de refugios para las víctimas, las cuales para denunciar la violencia deben dejar su hogar. Esta realidad desalienta a muchas víctimas y las deja a merced de los abusadores.
También sigue siendo insuficiente la información disponible sobre los abusos y lesiones que se registran en el interior de las familias y que tienen como principales afectados a mujeres y menores.
Por eso es necesario que se multipliquen e integren las iniciativas públicas para combatir esta forma de violencia.La Corte Suprema ha inaugurado la Oficina de Violencia Doméstica, para asistir a víctimas del maltrato. La iniciativa cubre una necesidad ante la insuficiencia de instituciones contra la violencia doméstica y debería extenderse.
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