22 de octubre de 2008

Inédito: prisión para acosador sexual egipcio


Se trata de la primera sentencia conocida en Egipcio por una ofensa de ese tipo.
Un hombre egipcio fue sentenciado a tres años en prisión con trabajos forzados por acosar sexualmente a una mujer en la calle.
Shariff Gomma tendrá que pagar además unos US$895 en compensación por daños infringidos a Noha Rushdi Saleh, que fue acosada cuando caminaba por la calle en el barrio cairota de Helipolis, en junio de este año.
Gomma estaba acusado de haber manoseado repetidamente a Noha Rushdi Saleh mientras conducía lentamente su carro.
Los grupos egipcios de activistas por los derechos de la mujer recibieron la noticia con júbilo, afirmando que se trata de la primera sentencia conocida por una ofensa de ese tipo.
Aunque muchas mujeres egipcias y turistas extranjeras se quejan de la atención sexual indeseada en las calles del país, el tema apenas se toca en el debate político o mediático.
Este ataque, sin embargo, acaparó la atención de los medios de comunicación del país cuando la víctima, Noha Rushdi Saleh, cineasta de profesión, hizo público el caso.
La mujer, de 27 años de edad, le dijo a la BBC que se sintió conmocionada no sólo ante el comportamiento de su agresor sino también ante la actitud de los viandantes en el momento del ataque, que según ella le aconsejaron que no denunciara el hecho ante la policía e incluso la culparon de haber provocado el ataque.
Noha Rushdi Saleh, increpó a su atacante durante una hora hasta que consiguió llevarlo hasta una comisaría, sólo para encontrarse con la reticencia inicial de los policías a investigar el incidente.
El diario opositor Badeel publicó el caso y lanzó una serie de críticas en las que culpaba de lo ocurrido a la opresión del gobierno de Egipto, a "la mayoría de los ciudadanos que se identifican con el agresor" y a "décadas de incitación misógina" propagada desde algunas mezquitas del país.
Precedente ejemplar
Las activistas egipcias por los derechos de la mujer consideran el fallo del juez una sentencia dura y ejemplar.
A mediados de este año, el Centro Egipcio para los Derechos de la Mujer publicó una encuesta según la cual el 98% de las extranjeras y el 83% de las egipcias habían sufrido acoso sexual.
El sondeo mostraba además que casi dos tercios de los egipcios admitieron haber acosado a mujeres en público.
La organización describe el problema como un cáncer social y reitera la necesidad de que el gobierno introduzca nuevas legislaciones para atajarlo.
Engy Ghozlan, del centro autor de la encuesta, aseguró que muy pocos de los casos de acoso son denunciados porque hay una falta total de confianza en la policía y en el sistema judicial.
A principios de este mes hubo otro caso inusual en el que ocho hombres fueron arrestados en Cairo por supuestamente haber participado en el acoso sexual masivo de mujeres.
El ataque sucedió durante la fiesta de Eid, que marca el final del Ramadan, el mes musulmán de ayuno.
Un suceso similar ocurrió durante la misma festividad en 2006, las víctimas fueron violentamente manoseadas (algunas de sus ropas fueron rasgadas) por un grupo de hombres mientras caminaban por la calle.
En ambas ocasiones los testigos declararon que la policía estaba presente durante el suceso pero no actuó para proteger a las mujeres.
Según Matías Zibell, hasta hace poco corresponsal de BBC Mundo en Egipto, aunque la condena de Shariff Gomma sienta un precedente legal que es una buena noticia para las mujeres egipcias, hay que recordar que el fenómeno del acoso sexual es tan común en las calles cairotas que hará falta mucho más que una sentencia judicial para terminar con el problema.
Redacción, BBC Mundo

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