22 de agosto de 2008

La red vecinal contra los malos tratos se opone a crear una lista negra de agresores

Dudan de la constitucionalidad de la medida, pero instan a los vigueses a involucrarse y avisar siempre a la policía

Una lista negra con los nombres de posibles maltratadores no es la solución a la violencia sexista.

O al menos eso opinan en la red vecinal de mujeres contra los malos tratos, desde la que afirman que la idea del gobierno local de elaborar un registro de sospechoso con aportaciones de vecinos y familiares de las supuestas víctimas «puede ser incluso inconstitucional».

Según argumenta la líder del colectivo, Rosa Fontaíña, un listado como el que estudia crear el Concello puede dar lugar a equívocos peligrosos.«Lo que sí creemos necesario es hacer entender a los vecinos que es su obligación avisar a la policía cuando tengan sospechas de que se está cometiendo una agresión. Y si tienen miedo a posibles represalias no han de tenerlo, porque pueden avisar de forma anónima. O incluso llamarnos a nosotras (teléfonos 986 222 328 y 606 929 137) que se lo comunicaremos a la policía sin necesidad de que nos den datos personales.
Y la policía está acudiendo siempre que avisamos», subraya Fontaíña, que insiste en que la participación ciudadana podría haber evitado episodios fatales como el que hace unos días se llevó por delante en Vigo a una joven brasileña.

Algo parecido expresan los vecinos de Vigo con los que habló La Voz, que reconocen que a veces a miedo a colaborar e incluso a equivocarse, pero están en la mayoría de los casos en contra de abrir una lista negra.

«Es que si un vecino me cae mal le puedo arruinar la vida. Será más fácil llamar a la policía si veo o escucho una situación sospechosa», resume Emilia Brei, vecina de García Barbón. Aunque hay quien ve en la medida «una buena forma de evitar que algunos sinvergüenzas anden por ahí tan tranquilos», como explica Ramón Lobeira, un vecino de Coia que afirma que «en una ocasión» avisó a la policía por un caso de malos tratos.

Una denuncia cada ocho horasY la estadística en crudo sirve para sustentar tanto los argumentos de quienes se oponen a las listas negras como los de quienes las defienden. Por ejemplo, el volumen de agresiones es tal que justifica casi cualquier medida: según el Observatorio contra la Violencia Doméstica del Consejo del Poder Judicial, a los juzgados de Vigo llegan cada año 1.052 denuncias de malos tratos, es decir, una cada ocho horas.
Y la mayoría de las veces la mujer hace frente sola al mal trago: el 84% de las denuncias parten de la propia víctima, mientras en un 2,3% de los casos es cosa de la policía y solo un 1,1%, de los familiares.

¿Y quién agrede? Pues mientras en la ciudad de A Coruña casi siempre es el marido (85% de los casos), en Vigo está más repartido: la tercera parte de los ataques son del cónyuge (35%), el 22% el novio, y el 43% un ex compañero. Y todo ello en una ciudad que genera al año 295 órdenes de protección.


Alberto Magro
www.lavozdegalicia.es

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