"La provincia de Mendoza debe delimitar un criterio para considerar el mobbing o acoso laboral, a fin de prevenirlo, controlarlo, sancionarlo y erradicar esa conducta"
El profesor Heinz Leymann (Universidad de Estocolmo), define el mobbing o acoso laboral, como el fenómeno en que una persona o grupo de personas ejerce violencia psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente (al menos, una vez por semana) y durante un tiempo prolongado (más de seis meses) sobre otra persona en el lugar de trabajo, con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima o víctimas, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr finalmente que esa persona o personas acaben abandonando el lugar de trabajo.
Si se lee detenidamente la anterior definición, es posible comprobar que las acciones que señala el profesor Leymann, suelen suceder en distintos ámbitos de trabajo.
Muchos trabajadores/as, a lo mejor, lo pueden haber observado, pero pensando que se podía tratar de un juego, de un enojo de algún jefe o compañero de trabajo, de algún deseo de un superior o empleado hacia otro, de bromas, etc.; pero pocos seguramente se pusieron a pensar qué es lo que sentía ese/a compañero/a de trabajo cuando le sucedían esas actitudes.
Muchas de esas víctimas, tuvieron que ir a un psicólogo, cambiaron de trabajo o llegaron a veces a renunciar.Hoy, gracias a diversas investigaciones, se ha descubierto que "esas actitudes" traen aparejadas importantes trastornos a la salud, tanto física como psíquica, siendo necesaria en muchos casos la asistencia médica y psicológica.
El acoso laboral tiene por objetivo: intimidar, opacar, aplanar, amedrentar, y consumir emocionalmente e intelectualmente a la víctima, con vistas de eliminarla de la organización o satisfacer la necesidad insaciable de agredir, controlar y destruir que suele prestar el hostigador, que aprovecha la situación organizativa particular, para canalizar una serie de impulsos y tendencias psicopáticas. (Iñaki Piñuel y Zabala).
Los ataques son causados por distintas razones: celos, envidia, no solo por los bienes materiales de las víctimas, sino también por sus cualidades personales positivas; también se producen por rasgos diferenciales como la raza, la religión o alguna característica física.
Son agresiones extremadamente sutiles, pero perversas, ya que se trata de un comportamiento premeditado, que se ejecuta según una estrategia minuciosamente preconcebida con un objeto claro y concreto: la anulación de la víctima.La provincia de Mendoza debe delimitar un criterio para considerar el mobbing o acoso laboral, a fin de prevenirlo, controlarlo, sancionarlo y erradicar esa conducta.
Si bien en el ámbito privado no podemos legislar desde la provincia, sí lo podemos hacer con leyes dirigidas hacia los empleados del Estado. Por ello, he presentado un proyecto en la Legislatura de Mendoza que permita regularizar desde lo legal la violencia laboral en el ámbito público.
Leopoldo Cairone
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