23 de septiembre de 2008

La Diputación esconde de sus maltratadores a 108 mujeres, más de la mitad inmigrantes


Miembros de la DYA atienden en la vía pública a una joven agredida por su pareja./ LUIS CALABOR
*Las víctimas que se acogen a este servicio de urgencia han aumentado un 20% en dos años
*En 2007 se solicitaron más de 1.000 órdenes de protección
La violencia de género obligó el pasado año a más de un centenar de mujeres a buscar refugio en alguno de los centros concertados de la Diputación, según un informe del Observatorio de la Violencia de Género en Vizcaya. A través del Departamento de Acción Social, la institución foral ofrece cobijo a las víctimas de malos tratos en forma de alojamiento, información sobre sus derechos y atención jurídica y psicológica. Una serie de prestaciones encaminadas a facilitar la ruptura de los vínculos de dependencia que, a menudo, unen a las afectadas con sus agresores.
La relación de mujeres que se han acogido a este servicio ha aumentado casi un 20% en los últimos dos años. Más de la mitad de las mismas son inmigrantes. Sólo en el último ejercicio, el porcentaje de extranjeras que han precisado de este servicio ha aumentado en un 10%. Según explican fuentes forales, este programa de acogimiento de urgencia atiende de forma mayoritaria a personas que atraviesan una precaria situación social. En la mayor parte de los casos, se trata de mujeres que rondan la treintena, con hijos pequeños a su cargo y que no cuentan en su entorno más próximo con familiares y amigos a los que poder agarrarse en caso de urgencia.
Este servicio, del que también se pueden beneficiar en diferentes vertientes otras personas en riesgo de exclusión social, está concebido para responder de forma «inmediata» a una emergencia de violencia machista. Operativo todo el año durante las 24 horas del día, el programa dispone también de educadores y psicólogos que se reparten por la red de centros de acogida -122 plazas en todo el territorio- y que son los encargados de prestar las primeras atenciones después del maltrato.
La atención de urgencia, sin embargo, sólo es el primer paso en estos casos de violencia de genero. La Diputación atendió por este motivo a 1.656 personas el pasado año; 224 casos más que en 2006. La Ertzaintza y las policías municipales suelen ser quienes hacen saltar las alarmas. En otras ocasiones, son las propias víctimas las que se ponen en contacto con los centros especializados en demanda de auxilio.
Larga estancia
Las estancias temporales suelen durar una media de ocho días. Después, muchas de ellas inician un largo camino dirigido a posibilitar la ruptura definitiva con el agresor. Las víctimas que hallan un lugar al que mudarse sin peligro abandonan el acogimiento de urgencia. Las que no tienen esa suerte, pueden pasar a los centros forales de media o larga estancia. El año pasado se atendió de esta manera a 15 mujeres -de las cuales el 73,33% eran inmigrantes- que llegaron con 14 hijos a su cargo. La estancia media en equipamientos de la Diputación, en este caso, ronda los 136 días.
Los alojamientos de urgencia son el escenario que refleja con mayor crudeza el drama al que se ven sometidas las víctimas de la violencia de género. Pero no es el único. También hay cientos de mujeres que, sin llegar a dar este paso, sufren a diario su particular calvario dentro de su propia casa. Durante el pasado año, el servicio de asesoramiento jurídico contabilizó 482 consultas, de las que 431 fueron casos nuevos. Este instrumento ofrece información en materia de Derecho de Familia y orienta a las víctimas de malos tratos y agresiones sexuales. A esto hay que añadir la asistencia letrada que se presta. En este contexto, el tipo de intervención mayoritaria ha sido la judicial (59%) frente al asesoramiento.
Tres homicidios
Otro de los pilares en la protección de las víctimas de malos tratos es la atención psicológica. Durante el año pasado, un total de 325 vizcaínas recibieron esta clase de ayuda médica y otras 282 personas continuaron con el tratamiento de ejercicios anteriores. Como ocurre en la mayoría de estadísticas relacionadas con las agresiones machistas, este tipo de asistencia no ha hecho sino aumentar de forma progresiva en los últimos años.
Algo que ocurre también en el ámbito estrictamente policial. Durante el pasado curso, se registraron en las comisarías del territorio un total de 190 faltas y 1.647 delitos correspondientes a denuncias y atestados. En este apartado, destacan los delitos contra la integridad (1.001 casos), los de lesiones (249). Asimismo, también se produjeron tres homicidios, 74 delitos contra la libertad y 6 contra la libertad sexual.
Después de pasar por comisaría, los expedientes llegan a los juzgados. Los tribunales de Violencia sobre la Mujer de Bilbao ingresaron 1.033 nuevos casos, de los que se resolvieron 967. En este mismo apartado, las órdenes de protección que se conceden para mantener alejado al agresor han experimentado un incremento cercano al 20%. Frente a las 813 solicitadas en el periodo 2005-06, el pasado ejercicio se reclamaron 1.081. El 30 de las mismas se produjo en Barakaldo y algo más de la mitad, en Bilbao, que es el municipio que ha dado acogida a un mayor número de víctimas.
El problema de la violencia de género no es exclusivo de las mujeres, aunque son ellas las principales afectadas. De hecho, durante el pasado año 137 hombres fueron atendidos por la Diputación después de sufrir malos tratos.

DAVID S. OLABARRI

No hay comentarios: